Gürtel: una etapa del PP, a juicio
Mañana empieza la vista sobre la red de corrupción creada en torno a instituciones municipales y autonómicas
La sede que tiene la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, a unos 25 kilómetros de Madrid, se va a convertir esta semana en una auténtica pasarela Cibeles de la corrupción. Mañana empieza el juicio relativo a la causa principal del caso Gürtel, una red de contratos amañados que invadió extensamente los tejidos del PP en diversos municipios y comunidades autónomas, sobre todo la madrileña. Y en otro piso del mismo edificio se seguirá celebrando la vista contra 65 exdirectivos de Caja Madrid –entre ellos, su expresidente Miguel Blesa y el exvicepresidente del gobierno Rodrigo Rato– por supuesta apropiación indebida, en relación con la emisión y el abuso de las tarjetas black de dicha entidad.
Ambos asuntos son independientes, pero los hechos que dieron pie a su conversión en causas penales fueron parcialmente coincidentes en el tiempo. En las dependencias de la Audiencia Nacional –como si de un multicine con diversas salas se tratara– se exhibirán, por tanto, algunas de las páginas más oscuras de una larga etapa de gestión en entidades públicas y privadas caracterizada por la mano larga, la manga ancha y la falta más absoluta de controles para detectar las prácticas de corrupción.
El caso Gürtel pertenece a esta especie mixta, en la que el afán de lucro de empresas creadas en torno al PP encontró del otro lado de la mesa, la de los teóricos servidores públicos, un deseo equivalente y paralelo de engrosar sus cuentas particulares. El principal acusado de esta red de corrupción es Francisco Correa, que gracias a su proximidad a los cargos públicos populares logró ganar casi 8,5 millones de euros mediante contratos obtenidos entre los últimos años de la década de los noventa hasta comienzos del 2008.
El periodo central de actuación de la red Gürtel coincide, por tanto, con los tiempos en que presidía la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, hoy concejal y lideresa popular de la oposición en el Ayuntamiento de la capital de España. Una de las personas de confianza de Aguirre al frente de la Comunidad, Alberto López Viejo, aparece como uno de los principales implicados. López Viejo, que fue consejero de Deportes y viceconsejero de Presidencia, está acusado de haber recibido 472.465 euros de la trama corrupta a cambio de contratos para organizar actos relacionados con campañas del PP.
Esa cantidad cercana al medio millón de euros es, con todo, muy inferior a la que logró amasar el extesorero del PP Luis Bárcenas, otro de los implicados en el caso de la red Gürtel. La fortuna que el exgestor de los ingresos y gastos del Partido Popular tiene en bancos de Suiza se cifró en 48 millones de euros depositados en cuentas que hoy
JOSÉ MARÍA BRUNET El primer juicio por el caso Gürtel lleva al banquillo a 37 imputados de la red de contratos amañados Entre los encausados figura el extesorero del PP Luis Bárcenas, y a título lucrativo, la exministra Ana Mato
se encuentran bajo control judicial.
Los negocios de Bárcenas, en todo caso, no se limitarían a sus relaciones con Correa. El extesorero del PP, que aparece en otros procesos en curso, siempre ha dicho que su fortuna se debe a su habilidad para los negocios y sus conocimientos del mercado del arte. En este concreto procedimiento judicial, el exsenador popular está acusado de haberse quedado con casi 300.000 euros de la caja B del PP, que habría gestionado con su antecesor en la tesorería popular, Álvaro Lapuerta, de 88 años y hoy diagnosticado como paciente de “demencia sobrevenida”. Esta circunstancia puede implicar lagunas en el proceso, susceptibles de ser utilizadas por otros acusados para alejar de sí mismos sus presuntas responsabilidades.
Junto a Correa y Bárcenas se van a sentar en el banquillo otros 35 encausados, entre ellos la exministra Ana Mato (PP), como supuesta partícipe a título lucrativo, por los presuntos delitos de su exmarido, Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón. El propio PP también está acusado como organización por el mismo concepto, ya que algunos pagos de la red Gürtel habrían servido para financiar gastos de campañas electorales por valor de 328.440 euros que ahora se le reclaman a la formación.