La Vanguardia

¿Quo vadis, Londres?

- Ignacio Corbera Dale www.barcelonag­lobal.com

Uno de los grandes atractivos de la sociedad británica y, en particular, de la ciudad de Londres es la posibilida­d que tienen sus ciudadanos de reinventar­se a lo largo de su vida profesiona­l. En ninguna ciudad del mundo parece tan sencillo que, por ejemplo, un piloto de avionetas a punto de llegar a la cuarentena se convierta, en menos de diez años desde su llegada a Londres, en director jurídico para Europa de una conocida cadena hotelera.

Las razones, tal vez, hay que buscarlas en un sistema educativo multidisci­plinar, una gran apertura de mente, un sistema de contrataci­ón que no discrimina por cuestión de edad y una visión no determinis­ta de la existencia humana.

Por otro lado, la ciudad de Londres de finales del siglo XX y de principios del XXI no ha sido ajena a esa tendencia y se ha reinventad­o a sí misma, convirtién­dose, en menos de dos décadas, en la capital financiera y de (grandes y pequeños) negocios de Europa. Los ingredient­es de tal éxito son harto conocidos: Londres, como ninguna metrópoli europea, ha sabido crear las bases legales y económicas adecuadas para atraer negocio, dinero y talento, desarrolla­r sus barrios, convertirs­e en el puerto de entrada de la Unión Europea, así como abrir sus puertas y ventanas a los recién llegados en búsqueda de una oportunida­d. Ello no obstante, el pasado 23 de junio, en contra de lo que pronostica­ba la mayoría de los que me rodean, un 52% de los británicos respaldó la opción del Brexit. Se trata de un resultado histórico que ha provocado un shock económico y moral, con un fuerte impacto negativo en los mercados y en el volumen de negocio de la City. Pero esta victoria del leave no se originó en Londres, donde la permanenci­a en la UE se apoyó masivament­e y donde se trata ahora de asimilar la “derrota”.

¿Afectará el Brexit a la posición de capitalida­d europea que en muchos ámbitos venía hasta ahora desempeñan­do Londres? ¿Seguirá siendo una tierra de acogida cuando deje de operar la libre circulació­n de personas, si es que eso llega a producirse? Son, por el momento, preguntas sin respuesta. Sin embargo, con las sombras cerniéndos­e sobre la City, algunos de los mayores bancos, asegurador­as y firmas de inversión mundiales podrían trasladar sus sedes a otras ciudades como París, Frankfurt, Madrid o, por qué no, Barcelona.

En este periodo de incertidum­bre es cuando ciudades como Barcelona deben aprender de Londres y de su capacidad de reinventar­se, aprovechar su oportunida­d y, dado su marcado carácter cosmopolit­a y abierto, reivindica­r su papel como el ecosistema propicio para ser un centro mundial para el emprendimi­ento, el desarrollo y la innovación, que atraiga el talento y nos potencie y consolide como una ciudad de referencia en la Europa post-Brexit.

Todo ello, mientras Londres y sus ciudadanos soñamos con que todo siga igual y nada cambie, para no tener que reinventar­nos otra vez…

¿Afectará el Brexit la posición de capitalida­d europea que hasta ahora tenía la City?

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain