Del Montseny al mar
Tres comarcas escogen el Tordera como una de sus señas de identidad para difundir sus atractivos con una ruta senderista
El cauce del río Tordera y la riera de Arbúcies son el eje vertebrador de la ruta turística que impulsan quince poblaciones de las comarcas de la Selva, el Vallès Oriental y el Maresme. Lo han bautizado como Tourdera, un atractivo tour de 95 kilómetros que recorre el curso del río. El Tordera nace en la Font Bona de Sant Marçal, entre Les Agudes y Matagalls, en el corazón del parque natural del Montseny, y desemboca en el Mediterráneo. En su entorno se localizan fascinantes espacios de interés natural y elementos históricos, ordenados ahora en un itinerario con mucho interés.
La necesidad de conjugar el encanto del Montseny con la Costa Brava ha impulsado al Consell Comarcal de la Selva a activar una iniciativa con el río Tordera como protagonista. Tourdera otorga mayor poder de atracción a los municipios del interior, los grandes desconocidos por la mayoría de los turistas que visitan estos rincones. “Con estas premisas buscamos un proyecto que pueda ofrecer alternativas y algún atractivo más a los destinos de costa, diversificar la oferta y propiciar un mayor conocimiento de los territorios interiores”, explica Marc Corominas, técnico del Consell Comarcal de la Selva.
A la idea se han sumado, incluso, municipios que no se encuentran en el curso del río Tordera, como Arbúcies y Sant Feliu de Buxalleu... El Tordera, un río con una identidad muy arraigada en el territorio, que ya era conocido en la época romana con las crónicas de Plinio el Viejo, permite dar impulso a un proyecto de senderismo y cicloturismo ideado para generar un flujo distinto de visitantes. La ruta ofrece dos posibilidades: seguir el cauce del río hasta su desembocadura con un recorrido de 65 kilómetros o hacer una ruta circular hacia la riera de Arbúcies, de aproximadamente 30 kilómetros. Las dos cabeceras se vuelven a enlazar cerrando el anillo fluvial del Montseny. El senderista puede abandonar el cauce señalizado para visitar los itinerarios que cruzará en Massanes, Breda, Riells i Viabrea, Gualba y Vallgorguina, que se han querido sumar al proyecto.
El primer tramo activo de la ruta, entre Sant Marçal y el pueblo del Montseny, se inauguró este verano. El recorrido proyectado, además de tener conexiones tan relevantes como la Costa Brava –que empieza en Blanes–, el parque natural del Montseny –patrimonio de la Unesco– o el parque natural del Montegre-Corredor, guarda puntos de extraordinario interés arquitectónico, como el patrimonio asociado al vizcondado de Cabrera, con los castillos de Montsoriu, Monclús o Palafolls, entre otros. En la ruta no faltan elementos de interés lúdico y gastronómico, como la Domus Sent Soví, el centro gastronómico de Hostalric; el Circ Cric de Tortell Poltrona, en Sant Esteve de Palautordera; la Farga, el centro de interpretación de la riera de Arbúcies, o el Museu Etnológic del Montseny-la Gabella, en Arbúcies.
El itinerario por el cauce natural del Tordera se reencuentra con el mirador del Montseny hacia Sant Celoni, donde los expertos elogian joyas románicas, como la iglesia de Sant Esteve de la Costa, del siglo XII, o las piezas de orfebrería del siglo XVI de Sant Martí de Mosqueroles. Ya en Sant Celoni, el caminante descansará en la fuente de los Enamorats para proseguir hacia Hostalric, donde tiene la opción de desviarse hacia Vallgorguina y visitar el dolmen de Pedra Gentil. En La Batllòria es muy recomendable la iglesia barroca de la Mare de Déu de l’Esperança y enlazar con la riera de Arbúcies, en el parque de las Rieres. De camino a Hostalric es imperdonable no visitar el Gorg d’en Perxistor, la poza donde según la tradición murió asesinado el conde de Barcelona, Ramon Berenguer II, a manos de su hermano.
El río, del que escribió Plinio el Viejo, cobra ahora nuevos bríos con un plan turístico que impulsan 15 localidades