Un empate a nada
Los blanquiazules siguen sin ganar en casa y se estancan en la zona de descenso antes del parón
Un empate a nada que deja escasas sensaciones y el mismo juego. El Espanyol de Quique Sánchez Flores sigue sin ganar en casa y permanecerá una jornada más en la zona de descenso, empatado con el Valencia. De poco sirvió el empuje del equipo en los 45 minutos finales, en los que se decidió a jugar ante un Villarreal apático que acabó dando por bueno el punto. El proyecto puede necesitar tiempo, pero quizá también algún cambio.
Porque ayer, el técnico renunció a probar con las variantes que había apuntado en los entrenamientos de esta semana y optó por dejarlo todo igual. Es decir, por seguir jugando con Víctor Sánchez en el lateral izquierdo para enviar a la grada a Víctor Álvarez, por mantener a David López en el eje de la defensa, donde debutó Diego Reyes como titular, y lo más arriesgado: por insistir con un 4-4-2 que le llevó a alinear a Caicedo y Gerard Moreno en su once pese a no tener ningún relevo en el banquillo, con Hernán Pérez y José Antonio Reyes en las bandas, jugando a pierna cambiada.
Escribá, más pragmático y menos ambicioso, tiró del equipo con el que viene firmando un buen inicio liguero. Sin estridencias, pero con eficacia. Y ayer prefirió el técnico groguet jugar con un solo delantero, Sansone, dejando en la mediacon punta a Jonathan dos Santos, y armando un centro del campo poblado para hacerse con la posesión. Una estrategia más resultona que ganadora.
Pretendidamente ofensiva, la apuesta de Quique tuvo una consecuencia inmediata, la dosificación que los dos arietes se impusieron desde el principio del partido ya que a la hora de presionar jugaron con el freno de mano. Hasta el punto de que los hombres más incisivos del Espanyol acabaron siendo Reyes y, sobre todo, Hernán. Fueron ellos quienes hilvanaron la primera acción ofensiva local, culminada un disparo desviado del sevillano en el minuto 13. Porque el Espanyol, como en los últimos partidos, jugó poco, cedió la iniciativa al rival y volvió a recurrir demasiado al juego directo, enviando balones en largo a Caicedo, protagonista de la otra ocasión de ese primer tiempo, aunque remató casi sin ángulo el balón que le sirvió Gerard.
Prácticamente sin hacer nada, la ocasión más clara del primer tiempo la tuvo el Villarreal en el 39. Víctor Ruiz metió un balón al hueco a Samu Castillejo, pero el ex del Málaga se encontró con un Diego López que se adelantó a la jugada para tapar un disparo que habría dejado en evidencia en su estreno a Diego Reyes.
Tras la reanudación fueron los locales quienes salieron decididamente a por el partido ante la apatía de los visitantes, que parecían conformarse con la solidez y comodidad que habían tenido durante todo el primer tiempo. Fueron los mejores minutos del Espanyol –en este y en otros partidos–, que por fin asumió la iniciativa y obligó al Villarreal a replegarse para que la grada festejase por fin el juego de su equipo como si fuera fiesta mayor.
Llegando al área con el balón controlado, el Espanyol tuvo las ocasiones más claras. La primera, de un libre directo en el vértice derecho del área del Villarreal después de que Musacchio derribase a Caicedo cuando ya iba hacia barra- ca. Hernán obligó al meta visitante a intervenir y enviar el balón a córner en el 54. Y la más clara cuando Víctor Ruiz zancadilleó al propio Caicedo en el área antes de poder rematar en el 71 con el portero superado. Fue la jugada polémica.
El debut de Aarón en la banda izquierda sustituyendo a Reyes en el 68 –fue el primer cambio de Sánchez
TODO IGUAL Sánchez Flores renunció a las variantes que había probado y dejó a Víctor Sánchez en el lateral DOSIFICADOS Gerard y Caicedo, sin relevo, jugaron de inicio con el freno de mano puesto en la presión
Flores– dio aire fresco al ataque españolista. Pero el gol no llegó. Los visitantes trataban de sorprender a la contra y tanto Jonathan dos Santos como Samu Castillejo estuvieron a punto de dar un susto a Diego López. Aunque acabaron dando por bueno un empate que al Espanyol le sirve de bien poco. La buena noticia para los blanquiazules fue mantener su portería a cero por primera vez en esta Liga.