España recupera posiciones en el plan Juncker al recibir 3.000 millones
Bruselas financiará proyectos de pymes y obra pública para promover inversiones
España se adentró con mal pie en el nuevo plan de inversiones europeo conocido como plan Juncker, pero está recuperando posiciones y podría terminar el año a la cabeza en cuanto a aprovechamiento de este plan de inversiones.
La iniciativa, lanzada en junio del 2015, se conoce por el nombre del presidente de la Comisión Europea y se diseñó como un instrumento anticíclico para tratar de estimular la inversión en los países donde más ha caído en los últimos años como consecuencia de la crisis (es decir, en los países del sur) y respaldar proyectos con un nivel de riesgo más alto del habitual.
En su primer año de funcionamiento, sin embargo, fueron los países del norte los que más jugo le sacaron. Italia, Francia, Alemania y Reino Unido fueron, por este orden, los países que más se aprovecharon del plan en número de proyectos, mientras España quedaba en quinta posición y muy por detrás en número de proyectos.
El balance será diferente cuando se cierre el ejercicio 2016. La presentación de iniciativas se ha acelerado, y muchos de los proyectos a examen han madurado en los últimos meses, con lo que en estos momentos hay ya 24 firmados o aprobados que recibirán préstamos por valor de más de 3.000 millones de euros. “El total de financiación que se puede movilizar a partir de esta cantidad es de en torno a los 20.000 millones de euros. Esto sitúa a España en términos absolutos y también de PIB entre los países en cabeza del plan Juncker”, afirma Román Escolano, presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el banco público europeo.
Los proyectos beneficiados proceden tanto del sector público (obras en infraestructuras portuarias,
por ejemplo) como privadas (Grifols es una de las beneficiarias). Uno de los objetivos del plan es hacer llegar financiación a las pequeñas y medianas empresas, que pueden acceder a través de bancos. “Entre las pymes catalanas ha habido un alto nivel de demanda este año”, afirman fuentes del BEI, el organismo financiero que gestiona el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE, la denominación técnica del plan Juncker).
El lento arranque y el largo tiempo de examen y maduración que requieren los proyectos ha llevado a la Comisión Europea a duplicar la capacidad y la duración de la iniciativa. Algunos países y miembros del Parlamento Europeo quieren aprovechar ese debate y proceso legislativo para incluir la cohesión social y económica como uno de los criterios que tener en cuenta a la hora de valorar los proyectos para así intentar llegar más
Fuentes del BEI aseguran que entre las empresas catalanas ha habido un alto nivel de demanda este año
a los países donde más ha caído la inversión (Grecia, Portugal, España y Chipre).
Al margen del plan Juncker, España es desde hace 12 años el principal cliente del BEI. En el 2015 recibió préstamos por valor de 11.933 millones de euros, financiación a la que accedieron, además de grandes empresas y organismos públicos, unas 75.000 pymes a través de bancos intermediarios.
A pesar de la larga interinidad política en España, fuentes del BEI sostienen que no se ha notado una caída en la actividad y consideran posible que siga cerrando el año como el país que más financiación recibe.