Un viaje para crecer
La UE estudia la posibilidad de regalar un billete de Interrail al cumplir los 18 años para fomentar los intercambios culturales, humanos y laborales.
La idea nació una noche de marzo del 2014 alrededor de una mesa en Viena, en una cena con el escritor Robert Menasse: ¿Por qué no regalar un pase de Interrail a los jóvenes europeos cuando cumplan 18 años para que puedan hacer el viaje de sus vidas por ferrocarril?, se dijeron Vincent-Immanuel Herr y Martin Speer, dos amigos berlineses que terminaban de recorrer el continente en tren.
Su campaña ha llegado a las instituciones comunitarias, que se plantean ahora respaldar la iniciativa como una forma de fomentar los intercambios culturales, humanos y laborales en la Unión Europea. Manfred Weber, jefe del grupo popular en el Parlamento Europeo, defendió ayer la propuesta ante el pleno de la institución . “Viajar abre la mente. Conocer gente de otras culturas ayuda a superar estereotipos, prejuicios y egoísmos”, afirma Weber, que cree que la iniciativa ayudaría a la Unión a “ganar la batalla de los corazones” en un momento de auge del euroescepticismo.
Nunca antes su oficina había recibido tantas cartas de apoyo de ciudadanos, reconoce. “Hice mi Interrail hace 40 años con mi primo. Visitamos 20 ciudades en 12 países en 31 días.Este viaje me marcó profundamente y ha alimentado mi amor por Europa”, le explica uno.
“Nos gusta la iniciativa, estamos dispuestos a estudiarla” y valorar los “retos financieros” que plantea, anunció la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, durante el debate. Bulc, entusiasmada con la idea, propuso completar con sorteos para ganar viajes adicionales. La Comisión estudia otras iniciativas, como un programa de voluntariado europeo, para fomentar el europeísmo de los jóvenes. Para llegar a los países no conectados a la red Interrail (Estonia, Letonia, Lituania, Chipre y Malta) se plantea cubrir el coste de conexión en otros medios de transporte.
¿Idea genial o golpe perfecto de relaciones públicas y populismo institucional...? Los grandes grupos políticos la apoyaron. Los eurófobos la tacharon de propaganda desesperada, soborno y despilfarro. Algunos plantearon que los jóvenes tienen problemas más urgentes, como el paro, y no debería restar recursos a otras partidas pero pocos osaron rechazar la idea. Sus defensores replican que mejorará el conocimiento de idiomas y la disposición a viajar de los europeos, lo que redundará en mayores oportunidades de empleo. Y a diferencia de las becas Erasmus, beneficiaría a todos los jóvenes, no sólo a universitarios.
Cada año, 300.000 europeos menores de 26 años utilizan el pase Interrail, una fórmula que permite utilizar sin límites los tres y ferris de 30 países europeos (el precio oscila entre 200 y los 479 euros, por un mes). La iniciativa podría costar entre 1.200 y 1.800 millones de euros anuales. Si hay consenso, podría incluirse como proyecto piloto en el presupuesto del 2017 a través de una enmienda.