Un sobrino de la familia descuartizada es el sospechoso
La Guardia Civil busca desde hace días en Brasil a un sobrino del padre de la familia descuartizada este verano en un pueblo de Guadalajara, al que consideran autor material del brutal crimen. Hasta ahora, las autoridades brasileñas, país de origen del matrimonio asesinado y de uno de sus dos hijos, El joven se obsesionó con la mujer, que decidió huir con toda su familia a Pioz para librarse del acoso están colaborando poco con sus colegas españoles. El 22 de septiembre, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Guadalajara firmó una orden de detención internacional contra este familiar, de 19 años, carácter inestable y violento y con antecedentes en Brasil, que llegó a convivir con el matrimonio y regresó a su país al localizarse los cadáveres.
Los asesinatos se conocieron la madrugada del 18 de septiembre, cuando una vecina alertó del hedor que salía del chalet contiguo, en Pioz. El macabro descubrimiento conmocionó a España. El matrimonio, de 39 años, apareció degollado y sus cuerpos descuartizados y repartidos en dos bolsas de basura. Los niños, de cuatro y un año, fueron también degollados y guardados en sendas bolsas.
Durante el día de hoy los responsables de la investigación de la policía judicial de la comandancia de Guadalajara detallarán la investigación. Se sabe ya que el matrimonio huía, sí, pero no de la mafia, sino del sobrino del hombre, que se había obsesionado con la mujer. El presunto asesino nunca tuvo una respuesta positiva por parte de ella. Como no la pudo tener, mató a toda la familia.
El juez decidió esta semana levantar parte del secreto de la causa, y por eso los investigadores podrán dar hoy nuevos detalles. Y tratarán de devolver la honorabilidad de los fallecidos que algunos pisotearon. Desde el primer minuto no faltaron las voces, nunca oficiales, que relacionaron el crimen con la mafia y los sicarios pese a que nunca se encontró ni un solo antecedente de ninguno de ellos, ni en Brasil ni en España.