El cabaret del Baró de Maldà
Alfonso de Vilallonga presenta en el Lliure la hilarante ‘La note d’à côté’
Me han dicho que no diga que es cabaret porque no vende, es teatro musical”, explica divertido el cantante,
showman y compositor Alfonso de Vilallonga (Barcelona, 1962) sobre su nuevo espectáculo, La
note d’à côté, la nota de al lado, la que explica que siempre acaba pulsando en vez de la que debería tocar, equivocándose por sistema pero a la vez abriendo nuevos caminos, “porque el error te ilumina, acabas gracias a tu torpeza en un mundo que no te esperabas, tocas mal porque eres torpe y se te abre un mundo a través del cual tienes cosas nuevas”. Y La
note d’à côté, que se estrenó con mucho éxito en el festival Grec y que lleva como subtítulo Retrat
musical del Baró de Maldà, vuelve a la cartelera barcelonesa, al Teatre Lliure de Montjuïc, desde esta noche hasta el 16 de octubre.
El inclasificable Vilallonga vuelve a la carga con uno de los colaboradores con los que ha logrado más éxito en sus propuestas escénicas: Ernesto Collado, con el que creó el musical Turning point y el cabaret El mirlo metálico y que ahora es el director de un montaje que, remarca Vilalonga, “no es cabaret de toda la vida, es muy teatral, con monólogos bien dichos y bien iluminados, como el que hace Mónica López”. “¿De qué habla?”, se pregunta sin darle más importancia. “No me lo he planteado, es un
melting pot de muchas cosas que quería decir”, se responde. Por ejemplo, hace muchos años que quería hacer un montaje sobre su antepasado del siglo XVIII, el Baró de Maldà, el autor del dietario Calaix de sastre. “En mi caso soy un calaix desastre”, ríe. Y el Baró de Maldà es uno de los personajes que pululan por una obra en la que se examina, entre muchos temas musicales y mucho humor, la personalidad de Vilallonga y qué le lleva a tocar siempre la nota de al lado.
Para Collado, Vilallonga da vueltas hace mucho tiempo a las mismas ideas, a su constelación familiar, su presente, pasado y futuro, y para dar forma a este universo disperso ha querido introducir un hilo conductor que es una psicóloga que trata al compositor para averiguar por qué se equivoca siempre. Una psicóloga encarnada por Mónica López con fuerte acento alemán y gorra nazi. En el escenario hay mucho más: dos músicos, la cantante todoterreno La Shica, “que da el contrapunto a la elegancia de Alfonso”, dice Collado, y el tenor Antoni Comas, que hace de divertido actor y canta, entre otros temas, un Nessun dorma apoteósico.
Vilallonga explica que en el espectáculo hay composiciones suyas nuevas, algún refrito de canciones anteriores –“estoy ya en edad de refritos”, bromea– y ha incluido también el tema contra el independentismo Maldà State
(Estat propi) “que tantos amigos me ha granjeado en las redes sociales”.
Junto a Vilallonga están en escena la actriz Mónica López, la cantante La Shica y el tenor Antoni Comas