El Fondo eleva el crecimiento para España pese a la crisis política
Guindos dice que las perspectivas económicas dejan “sabor agridulce” porque hay síntomas de desaceleración
Que España lleve sin gobierno en lo que va de 2016, o que la política se mueva entre la crisis y el desconcierto, no parece ir en perjuicio de la economía. Así lo deduce el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe de octubre publicado este martes. “En España se espera un crecimiento que se mantiene estable en general y moderado del 3,1% al 2,2% en el 2017”, se puede leer en el documento de previsiones. Aunque se registre un retroceso del 0,1% con respecto a la previsión de abril, el pronóstico implica una mejora del 0,5% y del 0,1% en relación con el presentado en el mes de julio.
Tiene su mérito que en las actuales circunstancias internas e internacionales, de “persistente estancamiento” en las economías desarrolladas, España se mantenga en este grupo como uno de los países que más tiran, siempre según el FMI. Según el Fondo, la economía española crecerá por encima del ritmo de expansión de la zona euro entre el 2016 y 2021.
De cumplirse los pronósticos del FMI, España recuperará el próximo año el nivel de PIB que tenía antes de la crisis (una cifra de 1,128 billones de euros en el 2017, frente a los 1,120 billones del 2008). En los siguientes años, el FMI estima que la economía española crecerá a un 1,94% en el 2018 y un 1,86% en el 2019, que se moderará al 1,767% un año después y al 1,640% en el 2021.
Pese a la mayor fortaleza de la economía, el FMI ha advertido que España deberá afrontar ajustes fiscales en el futuro, ante el incremento de la deuda pública hasta el entorno del 100% del PIB y el incumplimiento de las metas de déficit como consecuencia en parte de la ausencia de medidas respaldadas por un gobierno fruto de la incertidumbre política en el país. En este sentido, Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Estudios del FMI, destacó que la mejora en las previsiones refleja “el vigoroso crecimiento de la economía española en el primer semestre”, así como un entorno externo “mucho más favorable de lo previsto, especialmente tras el Brexit”. El funcionario del FMI afirmó que “las condiciones de mercado son propicias”, aunque aseguró que “de cara al futuro España tendrá que hacer ajustes”.
Según la actualización de los pronósticos, España cerrará el 2016 con un déficit presupuestario del 4,479% del PIB, por debajo del límite del 4,6% pactado con Bruselas, mientras que para el 2017 el FMI calcula que el desequilibrio negativo del presupuesto será del 3,1%, en línea con el objetivo marcado, aunque en el 2018 el déficit previsto por el FMI es del 2,654%, frente al 2,2% pactado.
En cuanto a la deuda, los nuevos pronósticos del Fondo apuntan a que esta alcanzará el 100,1% del PIB en el 2016 y subirá al 100,2% un año después, para moderarse posteriormente al 99,96% en el 2018, al 99,15% en el 2019 y al 98,26% un año después, bajando al 97,37% en el 2021. En cuanto a la tasa de paro, bajará este año al 19,4% y al 18% un año después, para caer al 16,9% en el 2018 y al 16,1% en el 2019, desde donde se moderará al 15,6% en el 2020 y al 15,3% en el 2021.
Desde Madrid, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, destacó que estas perspectivas de la economía española “dejan un sabor agridulce” porque la economía a lo largo de este 2016 ha seguido creciendo, pero “empezamos a tener señales de que algunos factores van a empeorar”. En su opinión, en el 2016 la economía crecerá un 3,1% debido a la evolución de las exportaciones, la recuperación de la inversión y la creación de empleo. Señaló que en el 2016 se crearán más de 500.000 puestos de trabajo. Confirmó que en el tercer trimestre del 2016 la economía crecerá en torno al 0,8%, un nivel parecido a los dos anteriores.
Por ello, Guindos insiste en la necesidad de un gobierno con plenas funciones, estable y con la agenda política correcta, “que sea capaz de cumplir con los compromisos presupuestarios con Bruselas”. Recordó que la economía lleva creciendo dos años por encima del 3%, pero “hay que continuar con las reformas económicas”.