Daniel Radcliffe
ACTOR
El actor Daniel Radcliffe, célebre por su papel de la serie Harry Potter, se alzó ayer con el premio al mejor actor en el Festival de Sitges por su papel de zombi en la película Swiss army man, galardonada como mejor película.
En Swiss army man se encuentran un joven deprimido (Paul Dano), que sólo piensa en el suicidio, y un muerto (Daniel Radcliffe). Extraño, original y simpático encuentro/encontronazo que se alzó ayer con todo merecimiento con el gran premio de la 49.ª edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, el certamen consagrado al terror y la fantasía, conocido como Sitges.
Swiss army man consigue, a su manera –del todo inesperada– poner en valor las flatulencias de un cadáver y elevar la expulsión de gases a categoría de lenguaje. Las deposiciones inesperadas son señales, a veces armas. La decrepitud del cuerpo, en fin, como metáfora en una comedia con corazón de tragedia.
Un aplauso cerrado saludó la primera proyección de Swiss army
man en Sitges, de Daniels, un único nombre que engloba en realidad a dos directores: Daniel Scheinert y Daniel Kwan. Reconocimiento popular tuvo continuidad en el palmarés, en el que el filme de Daniels se alzó con el premio a la mejor película así como con el premio a la mejor interpretación, para Daniel Radcliffe, uno de sus protagonistas.
Dos merecidos galardones para una singular película que ya ganó en el festival de Sundance el premio a la mejor dirección.
El que fuera Harry Potter (Radcliffe) afronta quizá el papel más extraño de su carrera. Un muerto que a los ojos Hank (Paul Dano) empieza a parecer muy vivo. Hank, el otro en discordia, en un momento vital bajo, inicia una especie de aventura épica con el cadáver a cuestas. Un viaje a través de su propia existencia.
El palmares de Sitges 2016, equilibrado y bien armado, poco cuestionable,
reconoce a Sennia Nanua, de 12 años, como la mejor actriz. Protagonista de Melanie. The
girl with all the gifts, de Colm McCarthy, Nanua llena de humanidad y compasión un ser extraño, dificilmente clasificable, en cuya mirada brilla la melancolía del zombi.
El premio especial del jurado que presidió el cineasta Brian Yuzna, fue para La autopsia de Jane
Doe, de André Øvredal, mientras que el premio a la mejor dirección (patrocinado por Gas Natural Fenosa) fue para el coreano Yeong Sang-Ho y su impactante Train to
Busan. Pura adrenalina. Sang-Ho se lleva también el premio a los efectos especiales.
El premio del público, patrocinado por La Vanguardia, ha sido para The Handmaiden, de Park Chan-wook. Un galardón que concede la audiencia de Sitges, con sus votos, al acabar la proyección, y que en este caso viene a paliar uno de los olvidos del palmarés oficiales: el de la maravillosa película de Park Chan-wook. “Es de Oscar, no necesita un premio de Sitges”, justificó Yuzna. The handmaiden habla de engaño y de traición, en un extraño juego de espejos que reflejan cierta sexualidad femenina. El reconocimiento del mejor trabajo de fotografía fue para Hong Kyung-Pyo, por El extraño (The
wailing), la excesiva película de Na Hong-jin, montaña rusa de emociones contrapuestas.
De Pet, de Carles Torrent, el jurado ha sabido recoge la idea de partida: el intercambio de papeles entre una prisionera y su captor.
Pet se ha llevado el premio al mejor guión, para Jeremy Slater.
El premio José Luis Guarner, concedido por el jurado de la crítica fue para The neon demon, de Nicolas Winding-Refn, así como el Citizen Kane, a la mejor dirección debutante, para Julia Ducournau, por Grave (Raw o crudo), otra película que parecía llamada –por lo polémico de su asunto, el canibalismo– a otros lugares más destacados en el palmarés. Raw es una buena muestra de una nueva de entender el fantástico, donde las metáforas se suceden como forma de crítica y explicación. El jurado del carnet joven también reconoció con un premio el filme de Ducournau.
El premio del público a ‘The handmaiden’ compensa la ausencia en el palmarés del filme de Chan-wook