El City se encalla
Los de Guardiola suman ante el Everton tres partidos sin ganar
El Manchester City que dirige Pep Guardiola se encalló ante el Everton. De esta manera, viajará a Barcelona sin haber ganado en los tres últimos partidos, porque empató antes en Glasgow y fue derrotado en Londres por el Tottenham.
El Manchester City se encalló ante el Everton en una tarde que dejó sensaciones encontradas. El abrazo entre ambos entrenadores fue el de dos hermanos con ganas de echar una partida de un juego de mesa. Con deseo de ganar y de sumar esa pequeña humillación que siempre gusta ante alguien de la familia. Guardiola pareció recriminar cariñosamente algo a su hermano mayor, mientras Koeman sonreía con complicidad. La alineación del catalán, además, se podía interpretar también como un planteamiento valiente para sorprender a un mentor. Un ‘mira qué puedo hacer con mis cartas’. Koeman demostró conocer a la perfección a quien fuera su protegido y supo neutralizar todos los movimientos. Al final, un 1-1 que supo a victoria para los de Liverpool con su héroe Marteen Stekelenburg, y a derrota para los de Manchester.
“No estoy frustrado”, reconoció Guardiola tras el partido. “Debo elogiar al Everton por lo bien que han defendido, pero al mismo tiempo estoy triste por mis jugadores porque han merecido ganar”, explicó.
Guardiola optó por una defensa de tres con Stones, Otamendi y Clichy y un centro del campo poblado de creatividad. El catalán incluso dio descanso al Kun Agüero para dar entrada a Kelechi Ienacho y sobre todo, recuperó a un Kevin de Bruyne que será clave para las opciones citizen en la ciudad catalana. Sin embargo, la aplastante posesión de los mancunianos, no tuvo frutos. Once disparos, tres entre los tres palos, cinco bloqueados y tres fuera en la primera parte fueron testimonio de ello. Los goles no llegaban y la defensa planteada por Koeman era un muro. Incluso cuando a falta de tres minutos para el descanso, Jagielka cometió penalti sobre Silva, Stekelenburg detuvo el disparo de De Bruyne. El técnico holandés respiraba aliviado mientras comprobaba que Agüero y Nolito hacían
PENSANDO EN EL BARÇA
EL PROTAGONISTA
ejercicios de calentamiento. Su pupilo Guardiola tenía más recursos en el banquillo y podía sacarlos en cualquier momento.
A los cinco minutos de la segunda parte, Deulofeu avisó con un disparo desde fuera del área que Bravo desvió. Noventa segundos después, Guardiola se giró y avisó al Kun. Era su turno. La grada del Etihad estalló de júbilo cuando su máxima estrella empezó a engalanarse. “¡Sergio, Sergio, Sergio!”, entonaron cuando el argentino salió a desenredar el embrollo.
Con lo que no contó el City, sin embargo, fue con un contraataque letal en el minuto 64 de un Romelu Lukaku que apenas tuvo oposición en Clichy y acabó cruzando el balón para superar a Bravo. Los pases, pases y pases no encontraron portería, sí en cambio la verticalidad del belga del conjunto del Merseyside. Jagielka dio una nueva oportunidad de oro a los locales para frustración de Koeman. Stekelenburg, de nuevo, volvió a salvar el penalti a Agüero con una soberbia actuación.
“Los penaltis se pueden entrenar pero la presión no es la misma. Te lo juegas todo en un momento crucial”, apuntó el técnico catalán. “Es posible que Marteen haya jugado el mejor partido de su carrera”, fotografió Koeman. Para el holandés, el punto fue un regalo. “Estoy satisfecho con el punto porque el City ha jugado un fútbol fantástico”, halagó.
Al final, la posesión tuvo su recompensa. En el día de su 30 cumpleaños, apenas unos segundos después de entrar, Nolito logró el empate (72). Salió, corrió, cabeceó y salvó un punto que mantiene a su equipo líder, acompañado del Arsenal y quizá el lunes del Liverpool (si vence al United). De esta manera, el Manchester City viajará a Barcelona sin haber ganado en los tres últimos partidos. Empate en Glasgow, derrota en Londres con el Tottenham y empate en casa ante el Everton. Y ahora un maratón en el que Barcelona y United están en el horizonte. Vienen curvas para el City de Josep Guardiola.
Guardiola dio descanso a Agüero y a Nolito, a los que tuvo que recurrir en el segundo tiempo El portero Stekelenburg fue la figura al parar dos penaltis, primero a De Bruyne y luego a Agüero