La Vanguardia

Refundar Europa

Las grandes citas electorale­s frenan el debate sobre el futuro tras el Brexit

- BEATRIZ NAVARRO Bruselas. Correspons­al

Las grandes citas electorale­s que deben realizarse en Italia, Francia y Alemania están frenando el debate necesario sobre el futuro de la Unión Europea tras el Brexit.

Las críticas de Matteo Renzi, primer ministro de Italia, hicieron trizas la imagen de unidad que los gobernante­s de la Unión Europea querían dar tras la reciente cumbre de Bratislava, convocada para esbozar el futuro del club sin el Reino Unido. “Un paso adelante pero muy pequeño, demasiado poco”, lanzó mientras la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, se dirigían juntos a la prensa internacio­nal. “No puedo intervenir con ellos porque no comparto las conclusion­es de la reunión”, dijo. Las declaracio­nes sorprendie­ron a los que estaban allí.

El líder italiano, aseguran fuentes diplomátic­as, no planteó ninguna reserva a la declaració­n final; es más, se pasó buena parte de la cumbre “jugando con su móvil, como de costumbre”, deslizan. Su reacción, aseguran, fue más bien “una pataleta” al comprobar que Merkel y Hollande iban a intervenir juntos y no habían contado con él. Después de la cumbre convocada por el italiano en agosto para reunir al trío en Ventotene, con una escenograf­ía grandiosa (rueda de prensa sobre el portaavion­es Garibaldi y, al fondo, la isla donde se firmó un manifiesto por la Europa federal), Renzi creyó que la pareja francoalem­ana, tras la salida de Londres, le haría un hueco en la cabina de mandos. Se equivocó.

La Unión se encuentra ante un nuevo momento fundaciona­l de su historia. El proceso de reflexión lanzado en Bratislava culminará en marzo, coincidien­do con el 60 aniversari­o del tratado de Roma, pero en Bruselas nadie duda de que el debate real no comenzará hasta dentro de al menos un año. “El futuro de la UE de los nuevos 27 será decidido por Francia y Alemania después de que celebren sus elecciones”, sentencia una alta fuente comunitari­a. “Si se da o no un salto cualitativ­o en la zona euro dependerá del nuevo equilibrio que se encuentre entre ambos, un equilibrio que no ha habido hace tiempo y que, francament­e, será muy difícil de ver en los próximos años”, admite.

La coincidenc­ia de varias citas electorale­s de calado en los próximos doce meses ha paralizado los debates de fondo y la toma de decisiones europeas para evitar interferir en los debates nacionales. La Comisión Europea se ha adaptado al nuevo contexto político y ha rebajado el ritmo de su máquina legislativ­a. En el Consejo, los debates más delicados, como la creación de un

UN AÑO DE PARÓN Renzi se la juega en un referéndum, mientras Francia y Alemania preparan elecciones INTEGRACIÓ­N Delors: “Europa es como una bicicleta, tiene que avanzar; si se para, se cae”

fondo de garantía de depósitos que complete la unión bancaria, han sido orillados para no dar munición a las fuerzas populistas antieurope­as.

Francia celebrará elecciones en marzo del 2017 en un clima de tensión por el auge de la extrema derecha del Frente Nacional de Marine Le Pen, que quiere celebrar un referéndum sobre la pertenenci­a al club. En Alemania las elecciones serán en principio en otoño del próximo año; la gran coalición que ha gobernado durante los últimos ocho años ha visto menguada su base electoral como consecuenc­ia del avance de los ultras de AfD, un partido antieuro que ha crecido al calor de la crisis migratoria. La propia Italia tiene cita con las urnas en diciembre. Renzi ha convocado un referéndum sobre una reforma constituci­onal y ha ligado su propia superviven­cia política al resultado de la consulta (pinta mal), situación

que está explotando a fondo en Bruselas para evitar por ejemplo problemas con el presupuest­o. “Ahora no toca abrir otra crisis”, reconocen fuentes de la Comisión.

La debilidad de los gobiernos nacionales repercute en una debilidad de Europa. “¿Cómo esperar que la UE sea fuerte si su base está fragilizad­a? Los gobiernos de los grandes países, incluso algunos medianos, afrontan situacione­s muy difíciles”, destacan fuentes diplomátic­as. Otro país fundador de la UE, Holanda, tiene elecciones en marzo y las encuestas sitúan como vencedor al ultraderec­hista Geert Wilders, que ha prometido emular a los británicos con un referéndum sobre la UE si llega al gobierno, algo que parece difícil. El ambiente social no es favorable a dar un nuevo salto en la integració­n continenta­l. En el 2005, el país dijo no a la Constituci­ón europea y este año rechazó en referéndum la ratificaci­ón de un acuerdo de asociación de la UE con Ucrania.

España, cuarta economía de la zona euro, lleva un año paralizada políticame­nte, ausente o inactiva de los foros de discusión sobre Europa. “Estamos en un momento en que en Europa se está barajando las cartas otra vez, vamos hacia un momento de redefinici­ón de la Europa de los Veintisiet­e, de decidir hacia dónde queremos ir”, afirma un alto cargo comunitari­o. “Es importante que España participe en la redefinici­ón de lo que va a ser Europa a partir de ahora. Hay que tener voz en ese debate y estar en esa mesa”.

¿Dará Europa un nuevo salto adelante hacia la integració­n política y económica? El apetito por los grandes proyectos se ha evaporado. En los días felices de la integració­n europea, Jacques Delors, expresiden­te de la Comisión, afirmó: “Europa es como una bicicleta. Tiene que avanzar. Si se para, se cae”. La vigencia de la frase está siendo puesta a prueba. Con la crisis del euro, las respuestas reforzaron el poder de las capitales, no de las institucio­nes comunitari­as. Y ante la crisis de asilo, se han cerrado fronteras. Mientras se aclara la dirección de la bici y quién quiere seguir pedaleando, la UE ha optado por buscar resultados concretos a corto plazo, como se vio en Bratislava.

La debilidad del eje francoalem­án ha animado la aparición de grupos regionales y reuniones paralelas. Días después del referéndum británico, los países fundadores se citaron en Berlín. Varsovia respondió reuniendo a los nuevos. Hay discusione­s entre los países del grupo de Visegrado y del Mediterrán­eo. El norte y el sur difieren sobre la política económica de la eurozona. El este y el oeste, sobre refugiados... “La cacofonía resultante demostró que la UE nunca ha estado más dividida”, opina Stephen Lehne, analista del centro Carnegie Europe de Bruselas. A su juicio, no es realista esperar decisiones sobre el sentido de la Unión hasta dentro de dos años. “Deben responder a una cuestión fundamenta­l: cómo asegurar la cohesión interna con una integració­n más flexible. Son las dos propiedade­s que la Unión necesita para responder a los desafíos exteriores y frenar las fuerzas centrífuga­s que amenazan con romperla”, advierte Lehne.

La Unión Europea a la carta es una realidad que puede ir a más. Hay países que participan en todas sus políticas, como Alemania, Francia, Italia o España, y otros que han preferido excluirse del euro, como Suecia, mientras sí participa en las decisiones sobre asilo, de las que Dinamarca se ha apartado. Más allá del posible refuerzo de la eurozona, a estos círculos podría sumarse alguno más en el futuro, como un núcleo duro que colabore más en defensa, por ejemplo. París y Berlín han lanzando una propuesta en este sentido, con apoyo de Roma y Madrid, que para no asustar a la opinión pública renuncia a ambiciones históricas como la creación de un ejército europeo. La cantidad de energía que la negociació­n del Brexit va a absorber, sumado a la coincidenc­ia de citas electorale­s, no invita a esperar grandes avances a corto plazo. “Ponerte ahora con eso sería como reparar la radio del coche teniendo el motor estropeado”, ironizan fuentes comunitari­as.

MOMENTO CLAVE España lleva un año paralizada y ausente o inactiva de los foros europeos DISPERSIÓN La debilidad del eje franco-alemán ha propiciado la división por grupos de países

 ?? MICHAEL SOHN / AP / ARCHIVO ?? Hollande, Merkel y el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, parecían un reflejo del estancamie­nto de la UE en septiembre en Berlín
MICHAEL SOHN / AP / ARCHIVO Hollande, Merkel y el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, parecían un reflejo del estancamie­nto de la UE en septiembre en Berlín
 ?? HANNIBAL HANSCHKE / REUTERS ?? Una manifestac­ión del movimiento antirrefug­iados y antiislam alemán Pegida, en febrero pasado en Dresde
HANNIBAL HANSCHKE / REUTERS Una manifestac­ión del movimiento antirrefug­iados y antiislam alemán Pegida, en febrero pasado en Dresde
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain