El cuestionario de Antonia

La hija menor de Macri, Antonia, de cinco años, contribuyó a la distensión entre el presidente y el Papa. El mandatario explicó que la pequeña tenía preparado un “cuestionario” para Francisco. “(El Papa) se rió mucho porque le preguntó primero si tenía papás y le dijo que sí pero estaban en el cielo; después las otras preguntas de Antonia eran si dormía con la misma ropa (el hábito blanco) y le dijo que no, que usaba pijama; y qué comida comía, y le dijo: ‘La misma que vos’; así que esa parte estuvo muy graciosa”, contó el presidente. Tras su anterior y fría reunión de febrero pasado, Macri relató que Francisco le había pedido que cuando regresara lo hiciera con Antonia. No obstante, algunos medios revelaron después que antes de aquella cita el Vaticano pidió a la Casa Rosada que no acudiera con la niña, aunque sí fue con su esposa, Juliana Awada. El supuesto motivo, nunca confirmado, era que el Papa no quería que la niña fuera usada mediáticamente. La pobreza centró la charla de ayer. También se preocupó de la pobreza el cura Brochero (1840-1914), que desde hoy es el primer santo nacido y muerto en Argentina. Este sacerdote que recorría en mula las intrincadas montañas de la provincia de Córdoba, y que tuvo un papel destacado en el desarrollo de esa zona, ha propiciado un siglo después de su muerte el acercamiento entre el Papa y Macri. De momento.