Puigdemont dice que no cederá ante una “legalidad injusta”
Todos los partidos catalanes, menos PP y C’s, homenajean a Companys
La tradicional ofrenda floral ante la tumba y el monumento en memoria del president Lluís Companys, coincidiendo con el 76º aniversario de su fusilamiento, sirvió de marco, para que su sucesor en el cargo, Carles Puigdemont, señalase al ejecutivo de Rajoy como heredero del franquismo y afirmase que “ninguno de los vestigios de la legalidad que permitió la condena y el asesinato del president Companys impedirá que el pueblo de Catalunya pueda alcanzar las cuotas de libertad que se proponga”. Fue su respuesta a la negativa del gobierno del PP a sentarse a negociar un referéndum pactado y al anuncio del enésimo recurso de los planes soberanistas al Tribunal Constitucional.
Tras las apelaciones a la legalidad vigente defendidas el viernes por la vicepresidenta en funciones Soraya Sáenz de Santamaría para cerrarse en banda a la propuesta soberanista, Puigdemont, que acudió al homenaje por primera vez en el cargo, recordó que Companys –“el único presidente escogido democráticamente fusilado en Europa”– fue perseguido, condenado y asesinado por una “legalidad injusta”, y que aún hoy no ha visto restituida su memoria de forma oficial. Y en honor a su memoria se comprometió a mantenerse firme y no variar un ápice el rumbo que marque el Parlament pese a los obstáculos que ponga el ejecutivo español. “No habrá tribunales ni legalidad que vayan en contra de la voluntad del pueblo de Catalunya si esta es clara y manifiesta”, sentenció.
En un tono más moderado, el vicepresident del Govern y líder de ERC, Oriol Junqueras, que también ensalzó la figura de Companys, declaró que “inspirados por sus principios de paz, justicia y amor, nosotros haremos todo lo que nos corresponde para cumplir el mandato que el pueblo de Catalunya nos ha dado”.
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que fue recibida por el público congregado en el Fossar de la Pedrera con muestras de apoyo por su reciente enfrentamiento con el Tribunal Constitucional, pidió que se anule el juicio sumarísimo que condenó a muerte a Companys, y anunció que el Parlament debatirá la próxima semana dos mociones encaminadas a “hacer efectiva la reparación”, en las que se pedirá la anulación de todos los juicios franquistas de 1939 a 1975.
Todos los partidos con representación en el Parlament, a excepción del PP y de C’s, pasaron ayer por Montjuïc para rendir tributo a la figura histórica y dar su opinión sobre el momento político actual. La coordinadora general del PSC, Assumpta Escarp, reivindicó “el diálogo, la negociación y el pacto” porque “ni la vía unilateral ni la vía de la justicia, la política y el diálogo es lo que tiene que preceder la actuación de todos los gobiernos”.
El líder de Catalunya Sí que Es Pot, Lluís Rabell, lamentó el camino de “la judicialización de la política” por el que ha optado el gobierno de Rajoy, “que no nos lleva a ningún sitio” y pidió a la sociedad civil que “transforme la demanda de un referéndum en un clamor ciudadano”.
Por su parte, el líder de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, reclamó al Estado que “pida perdón” por el fusilamiento del president de la Generalitat republicana.
Debido a un viaje a Colombia, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no pudo asistir a la ofrenda. En su lugar, acudió la alcaldesa accidental, Laia Ortiz, que encabezó la delegación municipal en la que también estaban presentes los concejales de CiU Xavier Trias, Jordi Martí y Joaquim Forn; Alfred Bosch, Juanjo Puigcorbé, Jordi Coronas, Montserrat Benedí y Trini Capdevila, de ERC, y María José Lecha, de la CUP.
“No habrá tribunales ni legalidad que vayan en contra de la voluntad del pueblo”, dijo el president