La gestión de Salut tensa a los socios del Govern
El conseller Comín pide el cese de la portavoz de sanidad de JxSí por criticarlo
La frágil cohabitación que el Partit Demòcrata Europeu Català (PDECat) –la antigua CDC– y ERC mantienen dentro de Junts pel Sí se está viendo alterada por momentos a cuenta de la gestión de Antoni Comín al frente del departamento de Salut. Tanto que en las últimas horas ha habido cruce de reproches e insinuaciones y hasta el propio conseller ha sugerido que Montserrat Candini, portavoz de salud del grupo en el Parlament y miembro de la dirección ejecutiva del PDECat, debería dejar sus responsabilidades por haberle criticado, mientras la cúpula del partido cerraba filas con la diputada.
La caja de los truenos se destapó cuando a finales de la pasada semana trascendió una entrevista de Montserrat Candini, en el medio especializado Redacción Médica, en la que subrayaba que “la privatización de la sanidad catalana no es real, es un relato instalado en el discurso que no me gusta nada”, y señalaba que Antoni Comín “tiene una gran trayectoria política, pero su área de influencia viene más marcada por contentar a la izquierda que al paciente”. Las palabras de la diputada no eran una anécdota, sino la expresión pública del “profundo malestar” que se había larvado dentro del PDECat en contra del conseller a raíz de su decisión de no renovar conciertos a algunos centros hospitalarios –como el que había sido el hospital de L’Aliança en Sabadell y el hospital General de Catalunya en Sant Cugat del Vallès, por ejemplo– y presentarlo como la “desprivatización” de las “privatizaciones” realizadas por los gobiernos de CiU. Y a partir de aquí la polémica ha estado servida.
En este estadio de cosas, Antoni Comín –independiente ahora en la órbita de ERC, procedente del PSC– devolvió ayer la pelota a Montserrat Candini y, en declaraciones a TV3, aseguró que “los diputados que tienen cargos de responsabilidad en Junts pel Sí tienen que estar de acuerdo con las políticas del Govern” y “si alguno está en desacuerdo con las políticas que hace un conseller, no puede tener según qué responsabilidades”. Una sugerencia que la dirección del grupo en el Parlament no tiene la más mínima intención de atender y frente a la que la cúpula del PDECat aprovechó para cerrar filas con una de sus integrantes. La dirección ejecutiva del partido, de hecho, analizó la cuestión en su reunión de ayer, pero, a pesar de su enfado –“no estamos dispuestos a aceptar según qué”, lamentaba en privado uno de sus dirigentes–, en público prefirió transmitir un mensaje de conciliación, aunque en forma de advertencia muy sutil a Antoni Comín.
“La línea actual del departamento de Salut es la misma que la practicada cuando lo lideraba Boi Ruiz, no ha cambiado nada”, precisó Da- vid Bonvehí, coordinador organizativo del PDECat, que, de acuerdo con esta premisa, no dudó en “hacernos nuestras las palabras de Montserrat Candini de que en los últimos años no se ha privatizado nada y, por tanto, no se tiene que desprivatizar nada”. “La diputada ha defendido el modelo que aparece en el programa de Junts pel Sí y la acción del Govern es ajustada a nuestras políticas y de continuidad”, remachó el dirigente de la formación de Artur Mas, que precisó que su partido no ve motivo para que los dos no sigan en sus puestos y opta por “dar por cerrado” el asunto, ni que sea de puertas afuera.
En ERC, por contra, el malestar es con la dirigente del PDECat, aunque, después del enfado inicial, ayer la voluntad parecía también de rebajar los ánimos. “Lo que nos toca como diputados de Junts pel Sí es defender la acción del Govern, todos los diputados lo hacemos y estoy seguro de que Montserrat Candini también lo hará a partir de mañana”, se limitó a valorar el portavoz del partido, Sergi Sabrià, que obviamente cerró filas con el conseller, pero no quiso extenderse en más consideraciones.
El conseller sugiere que la portavoz de salud de JxSí debería dejar sus responsabilidades por haberle criticado