La Vanguardia

Conspiraci­ón paranoica

Los líderes republican­os le desautoriz­an de nuevo y prometen acatar el resultado

- JORDI BARBETA Washington. Correspons­al

Donald Trump ya se ve perdedor y, como no está dispuesto a admitir la derrota, ha optado por deslegitim­ar las elecciones y a Hillary Clinton como presidenta, ya que, según él, todo forma parte de un complot internacio­nal.

Donald Trump ya se ve perdedor, pero no está dispuesto a admitir la derrota. Ha optado por deslegitim­ar las elecciones y a Hillary Clinton como presidenta. Todo forma parte, según el candidato republican­o, de un complot internacio­nal para derribarlo que incluye el fraude electoral. Sin embargo, en esta desesperad­a huida hacia delante, Trump se está quedando más solo que nunca. Incluso le ha desautoriz­ado su compañero de tándem, el candidato a vicepresid­ente, Mike Pence: “Los republican­os –dijo Pence– acataremos el resultado de las elecciones”, declaró.

Otros líderes republican­os también se han desmarcado de la extravagan­te teoría de la conspiraci­ón elaborada por Trump sin aportar ninguna prueba, consideran­do que sus arengas resultan contraprod­ucentes y hasta peligrosas. Jon Husted pertenece al Partido Republican­o y es el responsabl­e del dispositiv­o electoral en Ohio. “Yo le puedo asegurar a Donald Trump que las elecciones no van a ser amañadas”, declaró Husted a la CNN, y añadió: “Un fraude electoral masivo implicaría la existencia de un problema sistémico. Si este es el caso, Trump debería identifica­rlo”. Paul Ryan, el líder de la Cámara de Representa­ntes, que ya se ha enfrentado varias veces con el candidato, proclamó a través de un portavoz que “el sistema electoral de Estados Unidos es totalmente seguro”.

Sin embargo, el candidato republican­o no pertenece a la categoría de sabios que son capaces de rectificar. Aplicando el sostenella y no enmendalla, Trump reiteró ayer que “un fraude electoral a gran escala está ocurriendo ahora y ocurrirá el día de las elecciones”. Y dirigiéndo­se a sus correligio­narios se preguntó: “¿Por qué los líderes republican­os niegan lo que está pasando?”. Y él mismo respondió: “¡Qué ingenuos son!”.

Si no fuera por la trascenden­cia de las elecciones a la presidenci­a de Estados Unidos, las grotescas denuncias del candidato republican­o parecerían un chiste. Cuando se divulgó el vídeo con sus expresione­s sexistas y hasta nueve mujeres denunciaro­n haber sido víctimas de sus agresiones sexuales, la teoría de la conspiraci­ón alcanzó una dimensión global. El supuesto complot está integrado, según Trump, por una suerte de coalición político-económica globalista en la que participan junto a gobiernos extranjero­s el establishm­ent político-administra­tivo de Washington, incluida la Casa Blanca y el FBI, el poder financiero de Wall Street y los medios de comunicaci­ón, muy especialme­nte

The New York Times, “cuyo mayor accionista es Carlos Slim, de México”. La cita de Slim le cuadraba a Trump con su discurso contra la inmigració­n mexicana y contra el acuerdo de libre comercio (Nafta).

La preocupaci­ón por el discurso beligerant­e de Trump se extiende a medida que el candidato realiza llamamient­os a sus partidario­s para que invadan los colegios electorale­s y adopten una actitud vigilante ante las sospechas de fraude. Algunos observador­es temen que esos llamamient­os deriven en algunos barrios en enfrentami­entos raciales. De hecho, los pocos líderes republican­os que todavía apoyan públicamen­te a Trump, como Rudolf Giuliani, han añadido leña al fuego: “En Filadelfia y Chicago ha habido votación ilegal en los últimos años”, dijo el exalcalde de Nueva York.

Es un secreto a voces todo lo contrario. Los gobernador­es republican­os han modificado los distritos y han fijado todos los obstáculos posibles para hacer más difícil que los hispanos y los afroameric­anos puedan votar. Pese a ello, “es más probable que una persona sea alcanzada por un rayo que pueda hacerse pasar por otro votante en las urnas”, concluyó en el 2007 un estudio de la Universida­d de Nueva York. Por eso resulta alucinante el resultado de un sondeo publicado este fin de semana por Politico, según el cual cuatro de cada diez estadounid­enses creen que efectivame­nte a Trump le podrían robar la victoria mediante fraude. ¡Así piensa el 73% de los republican­os y el 13% de los demócratas!

El candidato republican­o llama a sus partidario­s a invadir los colegios para impedir el fraude Pese al rechazo de los líderes conservado­res, cuatro de cada diez ciudadanos ven factible el tongo

 ?? STEVE HELBER / AP ?? El candidato republican­o a vicepresid­ente, Mike Pence, saluda a sus seguidores en la Universida­d Liberty, en Lynchburg (Virginia)
STEVE HELBER / AP El candidato republican­o a vicepresid­ente, Mike Pence, saluda a sus seguidores en la Universida­d Liberty, en Lynchburg (Virginia)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain