Austria decide demoler la casa natal de Hitler
Los neonazis no podrán contar con la casa natal de Hitler como parte de un recorrido por su glorioso pasado. El Gobierno austriaco anunció ayer que la derribará, excepto los cimientos, que son del siglo XVII. El dictador nazi (1889-1945) nació en la localidad de Braunau am Inn, muy cerca de la frontera con Alemania, aunque allí sólo pasó sus tres primeros años de vida.
En declaraciones a la versión electrónica de Die Presse, el ministro del Interior austriaco, Wolfgang Sobotka, informó de que “la casa de Hitler será derruida. El sótano puede quedar, pero encima se construirá un edificio nuevo”. “Después, la casa será entregada al municipio para fines caritativos o fines oficiales”, agregó el ministro, quien cumple así con la recomendación de una comisión de expertos.
En un comunicado, Sobotka precisó poco después que compartía la opinión de la comisión según la cual sería razonable una profunda reforma arquitectónica de la casa. Así, agregó el ministro conservador, se impide de forma permanente que el edificio adquiera una “fuerza simbólica” para los neonazis.
Sobotka indicó que esta misma semana se iniciarán los trámites parlamentarios para dar al derrumbe un marco legal.
Durante años, el Estado austriaco y el Ayuntamiento de Braunau habían alquilado la casa a su propietaria para evitar que se convirtiera en un santuario neonazi. La dueña se negaba a vender la propiedad al Estado por lo que, finalmente, hubo que aprobar una ley ad hoc para hacerse con ella expropiándola.
Algunos expertos han criticado que con el derribo Austria pierde la posibilidad de conmemorar su propio pasado nazi. El titular de Interior cree que ese papel ya lo cumple, por ejemplo, el campo de concentración de Mauthausen.