Puigdemont: “Somos la revolución de Europa”
El president explica el proceso independentista en París
“El proyecto independentista catalán es la revolución democrática más potente que hay actualmente en Europa”, explicó ayer Carles Puigdemont en París. Y ese proceso, “no es nacionalismo clásico”. De lo que se trata, dijo, “es de un acto de profundización democrática”, añadió.
Fue en el auditorio de la Universidad de Relaciones Internacionales de París (Sciences Po), donde Puigdemont expuso su visión sobre el conflicto abierto con Madrid. “Durante muchos años, Catalunya pensó que ayudando a España a modernizarse, a democratizarse y a regenerarse, siendo, en definitiva, la vanguardia de España, le iría bien a ella y le permitiría prosperar”, pero eso ya no es así.
El president desgranó la crónica iniciada en el 2010 con la sentencia del Tribunal Constitucional que, tras treinta años de vía autonomista llevó a pensar a muchos catalanes que tal vía estaba agotada y les decidió por un “cambio radical”. Recordó las multitudinarias manifestaciones, los perjuicios derivados de que, “el 8% del PIB catalán, se lo quede el Estado central en impuestos sin compensación”, la negativa a hablar, a negociar y la respuesta de la persecución judicial.
Es una “situación bloqueada”, en la que Catalunya está “indefensa” ante, “un Tribunal Constitucional que está a las órdenes del Gobierno español: estamos convencidos de que la respuesta a este conflicto no vendrá de Madrid, sino de Europa, a causa de la incomparecencia del Estado español”, dijo. Y es esta tesis la que explica la propia presencia de Puigdemont en París: trabajarse Europa. Ardua tarea y particularmente en Francia, donde no se quiere oír ni hablar de independentismo catalán. El actual jefe de gobierno, Manuel Valls, un catalán, es el más jacobino de todos.
Consejero de tres presidentes, Mitterrand, Sarkozy y Hollande, Jacques Attali, me definió hace unos días en una entrevista a España como “país en riesgo de eclosión”. Nadie quiere eso en Europa y Carles Puigdemont lidia con lo que hay en esta visita: una sola entrevista “política”, con el líder del pequeño partido centrista Unión des Démocrates et Indépendants (UDI), Jean-Christophe Lagarde, firma, hoy, de un acuerdo de colaboración con la región de Île-deFrance, y la intervención de ayer, en un francés más que pasable, ante los alumnos de Sciences Po, entre ellos muchos españoles. Es lo que hay.
Puigdemont es optimista: el Brexit ha demostrado que hay en Europa, “una voluntad de adaptarse a las necesidades políticas del momento”. Citó el “jamais, jamais” de Jacques Delors sobre la independencia de Eslovenia, “que se aprobó 6 meses después” (con el apoyo de Estados Unidos, de Alemania y la OTAN, entre otros) y constató su última intervención en Madrid: “Vinieron 10 embajadores, pero nadie del Gobierno español”, “los embajadores saben que esto va en serio”. Preguntas de estudiantes sobre un proceso, “que no va contra nadie y que se basa en el ejercicio de la democracia”, dijo el president.
“El Brexit –afirma– ha demostrado la voluntad de Europa de adaptarse a las realidades”