Instrucciones de rodaje
Cuando el 2010 Oliver Stone rodó Wall Street 2: el dinero nunca duerme, Donald Trump aceptó aparecer en una secuencia, lo que se llama un cameo. Se trataba de una escena en la que Gordon Gekko, el personaje interpretado por Michael Douglas, va a la barbería. Se sienta en una butaca, dispuesto a que le corten el pelo. Entonces ve que, justo en la butaca que hay a su lado, está ni más ni menos que Donald Trump, a punto para que le arreglen la pelambrera. Fue una secuencia difícil de rodar, por el carácter de Trump, evidentemente, y a la postre no la incluyeron en el montaje final. Oliver Stone explica que la cortó porque le parecía que, más que ayudar a la evolución de la trama, distraía.
Ahora, Newsweek ha sabido que unos de los problemas que hubo en el rodaje de aquella escena fue que los asesores de Trump enviaron a los productores un e-mail con demandas específicas sobre cómo debían filmar al actual candidato a la presidencia de Estados Unidos. El e-mail llegó a las 7 menos cuarto de la mañana, el mismo día que Trump rodaba su cameo. Eric Kopeloff, productor de la película, explica a la revista norteamericana que se produjo una situación del todo absurda. “Pueden mirar la lista de películas que he hecho a lo largo de mi vida. He trabajado con un montón de actores. Nunca, nunca en mi vida, me había encontrado con algo igual. Ni siquiera con las mayores estrellas cinematográficas del mundo. Fue como volver a los años cuarenta y recibir una nota del jefe del estudio de filmación”. Para colmo, el equipo de Trump hizo firmar a los barberos un contrato en el que se estipulaba que no le tocarían ni un cabello, algo bastante epostuflant si se tiene en cuenta que la escena tenía lugar en una barbería.
Entre muchas otras consideraciones, el e-mail que el productor Kopeloff recibió decía esto: “El ángulo de cámara preferido del señor Trump es frontal, ante la cámara, favoreciendo ligeramente su parte derecha y evitando la parte izquierda de su pelo y las de los lados y la de atrás. El nivel de la cámara: a la altura de los ojos o por encima. Si se tienen que filmar tomas en diagonal, por favor utilicen sólo el tres cuartos de la derecha del señor Trump. La luz tiene que ser cálida y dorada (nada de tonos rojos, por favor). [...] El resultado es: pelo rubio, piel morena de un dorado cálido y un submaxilar más definido. [...] Por favor, ¿podrían proporcionar al señor Trump un monitor para que pueda verse en la toma antes de que empiecen a rodarla? Si tiene alguna pregunta, hágamelo saber. Con mis mejores deseos”.
Hace meses que pienso que Trump es un infiltrado que tiene como objetivo que se desvanezcan las antipatías que Hillary Clinton suscitaba al principio de la campaña, incluso entre los votantes del Partido Demócrata. Clinton resulta antipática, pero Trump, un rico infeliz, ególatra y sin sentido del ridículo, está haciendo que parezca asumible. Qué gran película rodarán sobre este hombre algún día. El actor para interpretarlo ya lo tienen: Alec Baldwin.
Para llevar la contraria, me gustaría ser partidario de Trump, pero es tan burro que lo hace imposible