El PSOE avanza dividido hacia la abstención a Rajoy
Iceta mantiene el no a Rajoy tras reunirse con el presidente de la gestora en Ferraz
El comité federal confirmará el domingo el cambio de posición en la investidura
Fernández considera la decisión un “mal menor” y el PSC se resiste
HACIA UNA “MAYORÍA SÓLIDA” “Resulta que ahora todos están a favor de la abstención”, ironiza un crítico con la mayoría CHOQUE DE TRENES CON EL PSC “¡Los que no acaten la disciplina de voto están sobrando!”, avisa el andaluz Caballos
El PSOE ya pisa el acelerador para fijar, en el comité federal convocado para el próximo domingo, una abstención que desbloquee la investidura de Mariano Rajoy. No sin trabas ni resistencias internas pues, como admiten en la gestora que dirige el PSOE desde que Pedro Sánchez fue forzado a dimitir el pasado 1 de octubre, en referencia a los dirigentes que siguen aferrados al no a Rajoy, “el incendio va a seguir porque tienen mucho combustible para alimentarlo”.
Pero el PSOE, de la mano ahora del asturiano Javier Fernández, sigue asentando el giro del “no es no” de Pedro Sánchez a una abstención ante Rajoy “como mal menor”, según lo definió ayer el presidente de la gestora en la reunión del grupo socialista celebrada en el Senado.
Paso a paso, se va ahormando así una “sólida mayoría” para afrontar este trascendental viraje que desencalle la gobernabilidad de España e impida, en último extremo, una repetición de las elecciones que casi todos presumen que serían “catastróficas” para el PSOE. Javier Fernández abogó en la cita por “un congreso de reconstrucción” del partido –en discurso, ideas, proyecto y liderazgo–, “porque el edificio del PSOE está muy dañado, pero conservamos el solar”.
Un panorama “catastrofista”, según lamentó la exmagistrada Margarita Robles –el último fichaje electoral de Sánchez–, que fue una de las pocas voces, junto a las del vasco Odón Elorza y el catalán Marc Lamuà, en nombre del PSC, que en la reunión mostraron su rechazo a la investidura de Rajoy. De nuevo en ausencia de Sánchez –ya de vuelta en Madrid tras un periplo con la familia por Estados Unidos–, sus fieles optaron de nuevo por no hablar, como la aragonesa Susana Sumelzo, o no pudieron tomar la palabra por falta de tiempo, como el burgalés Ander Gil, la asturiana Adriana Lastra o la murciana María González Veracruz.
En cambio, una decena larga de intervenciones apostó por evitar una repetición electoral o defendió abiertamente la abstención para poner en marcha la legislatura, además de criticar la gestión del depuesto Sánchez. Entre ellos, en primer lugar, el vasco Eduardo Madina, y muchos parlamentarios andaluces, como el “duro” José Caballos, y Francisco Menacho, José Martínez Olmos, Gregorio Cámara o José Andrés Torres Mora. El senador y secretario de organización del PSOE andaluz de Susana Díaz, Juan Cornejo, que la víspera ya apostó abiertamente por la abstención, sonreía satisfecho. Y de nuevo se sumaron a esta nueva mayoría otros hasta ahora fieles a Sánchez, como el asturiano Antonio Trevín o el murciano Pedro Saura. El expresidente de Asturias y nuevo portavoz socialista en el Senado, Vicente Álvarez Areces, y el expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, también apostaron por la abstención. El extremeño Ignacio Sánchez Amor y el expresidente de Aragón Marcelino Iglesias reclamaron además que todo el grupo socialista mantenga la disciplina de voto en la investidura.
Fue significativo, en este sentido, que el número dos de Sánchez, César Luena, y Adriana Lastra, aseguraron a la entrada de la cita que acatarán en todo caso la disciplina de voto en el sentido que determine el comité federal del domingo. “Todos debemos cumplir lo que el partido decide, claro”, asumieron, pese a seguir defendiendo el no a Rajoy. Luena, no obstante, dijo después que una abstención, aún siendo “legítima” orgánicamente, sería una decisión “deslegitimada en el fondo político” al no contar con el refrendo de la militancia socialista.
“Resulta que ahora todos están a favor de la abstención”, ironizó un dirigente crítico con esta nueva mayoría que el domingo certificará el cambio de posición del PSOE.
Quedan por despejarse, no obstante, muchas incógnitas. Una de ellas es qué papel adoptará el depuesto Sánchez, que sigue exhibiendo su ausencia desde que fue forzado a dimitir. Algunos piensan que su única opción sería entregar el acta de diputado tras el comité federal del domingo. O entregarlo después de la votación de investidura de Rajoy, si se mantiene en un no que se presume que quedará en minoría absoluta.
Otro frente abierto es el choque de trenes que amenazan las posiciones del PSC y el PSOE. El andaluz José Caballos insistió ayer en que todo el grupo –incluidos los siete diputados del PSC– habrá de acatar la disciplina de voto: “¡Los que no lo hagan están sobrando!”, advirtió.
El revalidado líder del PSC, Miquel Iceta, advirtió a la federación que lidera Susana Díaz que no les convencerán para que se abstengan. “El socialismo andaluz es muy importante, pero deberían reconocer que ellos están defendiendo una posición que no es del PSOE”, dijo en Catalunya Ràdio, en respuesta a los avisos recibidos. Iceta insistió en que abstenerse ante el PP debilitará el papel de oposición de los socialistas: “¿No nos encontraremos al día siguiente con presiones para que sigamos prestando este gran servicio a España que es mantener a Rajoy al frente?”. Es más, Iceta reiteró que Pedro Sánchez es un “buen” posible líder de los socialistas. “Es un símbolo del PSOE que quiere una alternativa al PP”, dijo, apuntando que estaría con él si se presentara a unas primarias. La ejecutiva del PSC ha ratificado el no a Rajoy, apostando por unas nuevas elecciones antes de dar el gobierno al PP. Unos nuevos comicios que obligarían a abrir un proceso de primarias para elegir un nuevo candidato socialista.
Ya por la tarde, Iceta se reunió durante una hora y media con Javier Fernández en Ferraz. Una cita “cordial”, pero que evidenció que el choque, por ahora, parece inevitable. “Nuestros puntos de vista, que son diferentes, no han cambiado”, resumió Iceta a la salida de Ferraz.