La Vanguardia

Melania Trump

“Tengo dos niños en casa, uno mi hijo y otro mi marido”, dice la esposa de Trump en su defensa

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

ESPOSA DEL CANDIDATO REPUBLICAN­O

Melania Trump, demasiado ausente de la campaña de su marido tras publicarse los comentario­s soeces sobre las mujeres del candidato republican­o, calificó esas palabras de “charla de críos”. En la Fox dijo que él era un caballero.

A la aspirante a primera dama le ha llevado diez días salir en público a dar apoyo a su marido Reitera que todo es un montaje y reduce a “charla de niños” las frases lascivas, pero se calla qué le dijo a Trump

Salvo dos fugaces aparicione­s en público, en cada uno de los debates electorale­s, Melania Trump, de 46 años, estaba desapareci­da desde el punto de vista intelectua­l. Por calificar de alguna manera su silencio en contraste con la incontinen­cia verbal y tuitera de su marido.

La esposa invisible tomó cuerpo este lunes en la CNN, y ayer en la Fox. Le ha llevado diez días salir en defensa de su pareja desde que se aireó la grabación a micrófono abierto en la que Donald Trump confesó al showman Billy Bush, en el 2005, que podía besar a mujeres sin invitación alguna y tocar sus genitales a discreción porque él era una estrella.

Lo que Trump calificó de “conversaci­ón de vestuario”, Melania lo actualizó y lo dejó en “charla de críos”, en las horas previas al tercer y definitivo cara a cara del nominado conservado­r con la demócrata Hillary Clinton, que se celebra esta noche en Las Vegas.

“A veces digo que tengo dos niños en casa”, sostuvo. “Uno es mi hijo pequeño y el otro es mi marido. Sé cómo hablan algunos hombres y es como lo veo”, dijo.

Todo lo que ha venido después es mentira. La retahíla de presuntas acosadas se debe a un montaje de la conspirado­ra Clinton, en consonanci­a con los medios liberales, “nunca han revisado sus pasados”. En su réplica se hizo eco del argumentar­io lanzado por el aspirante conservado­r.

Su voz no se había oído en meses. Había que remontarse a aquella jornada del pasado julio en la que el congreso republican­o de Cleveland nominó a Donald Trump candidato a la Casa Blanca. Melania rindió entonces un sonoro tributo a la primera dama de Estados Unidos al plagiar párrafos del discurso que Michelle Obama pronunció en el 2008 dedicado a su marido, Barack.

“Le creo a él”, reiteró Melania durante la entrevista con Anderson Cooper de este pasado lunes.

Al margen de un comunicado, al poco de descubrirs­e la grabación soez y machista, los asesores del aspirante habían insistido a Melania para que comparecie­ra. Según desveló ayer The New

York Times, Eric Trump y otros ayudantes de campaña trataron de que ella se sentara frente a las cámaras al estilo de Hillary Clinton en el programa 60 Minutes de 1992. En plena zozobra por las infidelida­des del presidente, Bill Clinton, Hillary apareció a su lado y eso ayudó a estabiliza­r la situación. Por lo visto, Melania no mostró interés alguno en ello.

Se resistió a pesar de la que le está cayendo a Trump, descrito como un acosador de mujeres, da igual que sea en un avión, en un plató o en una oficina. Una y otra vez surgen casos en los que a él se le van las manos con rapidez hacia partes innombrabl­es y su lengua, siempre tan desatada, busca bocas ajenas. Eso es lo que cuentan de él unas cuantas de sus supuestas víctimas, que han tenido el valor de dar un paso adelante sabiendo que les iba a perseguir la ira del depredador.

En The New Yorker, el biógrafo Harry Hurt III expresó la satisfacci­ón de que, por fin, ha salido a la luz esta conducta. Hurt escribió en su volumen que la primera esposa de Trump, Ivana, lo acusó de violación en el pleito de divorcio. Luego se retractó y el biógrafo tuvo que incluir una rectificac­ión. En el proceso judicial, Trump se remitió a la Quinta Enmienda (el derecho a no declarar contra uno mismo) para no responder a preguntas de sus adulterios.

Melania lo ve de otra manera, totalmente opuesta. Su marido es un caballero, cuya imagen ha sido atacada por razones políticas. Se mantuvo firme en ese mensaje, sin perder las compostura aunque le citaran las desagradab­les muescas dejadas por su marido.

“He visto a muchas mujeres que se acercan a él –añadió–, que le dan su número de teléfono y, ya sabes, quieren trabajar para él y ofrecen cosas inapropiad­as. Y ellas saben que está casado”.

Pero esta compostura no impidió que se callara ante ciertas cuestiones. Por ejemplo, se guardó para ella los detalles de la conversaci­ón que mantuvo con Trump al saber de la grabación.

En cambio, le pareció bien que su marido se metiera con las mujeres que acusan a Bill Clinton. Lo comparó con que se utilicen sus desnudos de cuando ejercía de modelo. Se olvidó aclarar que esas imágenes las sacó New York

Post, propiedad de Rupert Murdoch, que está con Trump.

 ??  ??
 ?? REUTERS ?? Melania Trump durante la entrevista que le hizo Anderson Cooper en la CNN el pasado lunes; luego saldría en la cadena Fox
REUTERS Melania Trump durante la entrevista que le hizo Anderson Cooper en la CNN el pasado lunes; luego saldría en la cadena Fox

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain