Obama exige a Trump juego limpio
El presidente amonesta al magnate por desacreditar la democracia de EE.UU.
En su condición de presidente, desde la Casa Blanca y ante la prensa internacional acreditada, Barack Obama amonestó ayer severamente al candidato republicano, Donald Trump, por desacreditar el sistema democrático estadounidense. En otro episodio de la campaña electoral más insólita, el líder de la primera potencia mundial se vio obligado a salir en defensa de la “vigorosa fortaleza democrática de Estados Unidos”. Tuvo que hacerlo porque desde que los sondeos anuncian la derrota de Trump como algo inexorable, el candidato republicano viene proclamando que las elecciones están “amañadas” y que una coalición de intereses ilegítimos se ha conjurado para derribarle. Y esa idea ha cuajado en la opinión pública, hasta el punto de que cuatro de cada diez estadounidenses ven factible el pucherazo electoral.
Así que Obama condenó por “irresponsable” la actitud del candidato republicano acusándole de “debilitar Estados Unidos y denigrar las instituciones” con denuncias que “no están basadas en hechos” y “no muestran el tipo de liderazgo y fortaleza que uno espera de un presidente”.
“Nunca he visto en mi vida o en la historia política moderna ningún candidato presidencial tratando de desacreditar las elecciones y el proceso electoral incluso antes de que tengan lugar la votaciones, esto no tiene precedentes”, subrayo Obama en el Rose Garden de la Casa Blanca, durante la conferencia de prensa que celebró conjuntamente con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Las declaraciones que hizo ayer el presidente estadounidense desarrollaban la advertencia que hizo la semana pasada sobre la especial trascendencia de las elecciones del 8 de noviembre, en el sentido de que “lo que está en juego –dijo– es la democracia”.
“Una de las mejores cosas de la democracia de Estados Unidos –dijo ayer Obama– es que tenemos una contienda política vigorosa, a veces amarga, y cuando esté hecho, históricamente, sin importar el partido, la persona que pierde la elección felicita al ganador y reafirma nuestra democracia”. Añadió que eso es lo que piensa hacer Hillary Clinton en el caso de que el ganador sea su rival. Además, Obama prometió que en tal caso él le dará la bienvenida y cooperará con un traspaso de poder pacífico y ejemplar, porque “así es como sobrevive la democracia”.
Pero, en realidad, la tesis de Obama es que Trump se ve perdedor por sus propios errores y ha optado por “echar la culpa a los demás”, y con esa idea llegó a ridiculizar por enésima vez al candidato republicano: “Yo invito al señor Trump a dejar de quejarse y a exponer sus ideas para conseguir los votos”.
Para desmontar la teoría conspirativa del magnate neoyorquino, Obama se extendió recordando que el sistema electoral está “completamente descentralizado y lo gestionan los estados”, lo que significa que en el proceso intervienen tanto administraciones demócratas como republicanas, y, por lo tanto, hace imposible el complot. También recordó Obama que ningún experto ha sustentado la credibilidad de las denuncias de Trump. Pero eso no le importa al magnate, que sigue arengando a sus partidarios a invadir los colegios electorales para evitar un supuesto pucherazo. “Votarán en masa los muertos y los inmigran-
“Invito a Trump a que deje de quejarse y explique sus ideas para ganar los votos”, dice el jefe de la Casa Blanca