Acusado de acuchillar a su exjefe: “Le di pinchacitos”
La estrategia de defensa del acusado Fernando P. quedó ayer desmontada por un testigo en el juicio por asesinar a su exjefe. El procesado argumentó que le asestó 41 cuchilladas para defenderse. “No fueron puñaladas, le di pinchacitos para que me soltara y se fuera”, relató. “Cuando le clavé una en la yugular me asusté y paré”.
Según su versión, se desplazó hacia un polígono de Esparraguera para buscar trabajo cuando se topó con su exjefe que volvía con el coche después de comer. Paró el vehículo y tras discutir con él por la ventanilla, el jefe abrió la puerta, salió del coche y este reaccionó sacando dos cuchillos de cocina que llevaba en la chaqueta y clavándole 41 cuchilladas durante el forcejeo. Con esta explicación el acusado pretende convencer al jurado de que el crimen no estuvo premeditado, sino que reaccionó así al verse amenazado por su exjefe y dada la circunstancia de que llevaba dos cuchillos en la chaqueta “porque después los iba a afilar”.
“¿Iba usted a buscar trabajo con dos cuchillos en la chaqueta?, le preguntó la fiscal. “Sí”, respondió el acusado.
Sin embargo, un testigo protegido que presenció los hechos desde su casa desbarató esa versión. Vio como el acusado le asestó las cuchilladas por la ventanilla sin que el jefe pudiera defenderse, le sacó a rastras del coche y le siguió apuñalando hasta que quedó tirado junto al vehículo. “Cuando lo sacó del coche creo que ya estaba muerto”.
El acusado, además, admitió que después se desplazó hasta una tienda de bricolaje donde trabajó durante un año en el centro comercial de Abrera y preguntó por el jefe, aunque éste no estaba.
La Fiscalía sospecha que el acusado también tenía intención de acabar con la vida de otro antiguo jefe. “Quizás pregunté por el jefe a los compañeros en plan de cachondeo diciendo que le iba a pegar un par de puñetazos”, dijo el acusado. Una excompañera de trabajo declaró ayer como testigo y corroboró que el acusado llegó a la tienda con la intención de agredir al exjefe.
La Fiscalía pide 23 años de prisión por el asesinato con ensañamiento y alevosía de Daniel B., de 39 años y padre de tres hijos.