La Vanguardia

“Este verano no he llamado a Messi”

- ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

Aunque fuera la segunda vez, el regreso de Pep Guardiola a Barcelona es un acontecimi­ento mediático de primer orden y la sala de prensa del Camp Nou sufrió para acoger la nube de cámaras, que zumbaron durante varios minutos cuando el entrenador apareció en escena. “Estuve aquí hace un año y medio con el Bayern y siempre es especial volver –explicó–. Este estadio es parte de mi vida, yo crecí aquí de pequeño y me desarrollé como jugador y como entrenador”. La primera visita terminó mal para el técnico de Santpedor, con un 3-0 que allanó el camino del Barça hacia la final de Berlín, aunque recordó que el Bayern no mereció tanto castigo.

En Alemania, al frente de un histórico, Pep tenía la obligación de ganar. Con el Manchester City es diferente. Todavía está soldando conexiones y asume el partido de hoy, contra el que considera mejor equipo del mundo, como una prueba para calibrar las posibilida­des de futuro del conjunto celeste. “No olvidemos que el City estuvo muchos muchos años sin competir en Europa. Eres importante en Europa cuando estás presente durante muchos años. El objetivo es estar aquí y competir cada año contra los mejores equipos. Cuando esto pase podremos conseguir el objetivo (el título)”.

Pep admitió que hubiera preferido un sorteo “más blando” y dejar rivales como el Barça o el Borussia Mönchengla­dbach para su segundo año. Pero el azar no va a cambiar la filosofía de juego del entrenador. El City, anunció, pugnará por la posesión y será agresivo en la recuperaci­ón: “Lo que quiero son los tres puntos, pero también mostrar nuestro juego, ser nosotros mismos”. “No es nada fácil quitarles la pelota. Es su fuerza, pero cuando no la tienen se organizan bien para el contraataq­ue. En mi época éramos buenos en el contraataq­ue corto y ellos son muy peligrosos en el contraataq­ue corto y largo”. Guardiola, que aprovechó el último paréntesis de seleccione­s para visionar algunos partidos del Barça, mencionó la precisión letal de su tridente atacante y el valor de Iniesta y Busquets para conservar el esférico.

Repartió elogios. A Messi, por supuesto. Incluso a su antecesor en el banquillo, el melancólic­o Pellegrini. Pero los mayores fueron para Luis Enrique, al que deseó “muchos años en el Barça porque el club hace muchas cosas mejor de lo que en mi época hacíamos”. “En el filial ya se veía que era especial, directo, honesto, muy trabajador”.

El buen karma se rompió cuando le preguntaro­n por las informacio­nes sobre supuestas propuestas a jugadores del Barça. Pocas veces se ha visto a Guardiola más enojado: “Este verano no he llamado a Messi, ni a Neymar, ni a Busquets, ni a Iniesta. Me enteré de que Ter Stegen quería jugar asiduament­e y era el portero que necesitába­mos. Le llamamos, pero decidió seguir. Si llamo a un jugador es porque normalment­e no juega, y tendría todo el derecho porque el Barça también llama”. Insistió: “No llamé a Leo porque deseo que acabe su carrera aquí, el mejor sitio donde puede estar. A lo mejor algún día, porque quiere que sus hijos hablen inglés o yo qué sé... Si pasa, habrá una lista de personas y clubs que le querrán fichar. Pero lo va a decidir él”.

‘FAIR PLAY’ “No le llamé porque deseo que acabe su carrera aquí; tampoco a Neymar, Busquets e Iniesta” FILOSOFÍA INNEGOCIAB­LE “Lo que quiero son los tres puntos, pero también mostrar nuestro juego, ser nosotros mismos”

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JOHN SIBLEY / REUTERS El entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, ayer en el Camp Nou

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