Piqué no es una marioneta
“La decisión de dejar la selección es mía, merezco irme cuándo y cómo quiera”
Cinco años después de que Josep Guardiola hiciera correr ríos de tinta al llamar “puto amo” a José Mourinho y tildar de “central lechera” a ciertos medios de comunicación de Madrid, Gerard Piqué ofreció una versión 2.0 de aquellas reflexiones al no dejar títere con cabeza. Lo hizo sin alterarse y con toda tranquilidad a la hora de reflexionar en torno a su retirada de la selección española que él mismo ha fechado para el 2018. Era la primera vez que hablaba desde que anunció su adiós a la roja por la polémica de su camiseta contra Albania y no defraudó. Al contrario. Fue un espectáculo dialéctico. Aseguró que sólo admitiría una pregunta sobre la selección española pero después, a la hora de contestar otras cuestiones, fue añadiendo elementos. Aunque su respuesta inaugural sobre el asunto fue la que marcó tendencia.
“La decisión (de dejar la roja en el 2018) es firme. Los acontecimientos se precipitaron en Albania, no quería comunicarlo en ese momento, pero salí caliente por esa noticia falsa y sentí que debía decirlo en ese momento. He leído mucho que si Twitter me ha echado, que Marca o As, con sus noticias que luego son falsas, me han echado o que si me ha echado la marioneta de Florentino con su panfleto, el OK diario. No me han echado estas personas ni Twitter, sino que es una decisión que he tomado yo porque merezco irme cuándo y cómo quiera porque ya llevaré diez años con la selección absoluta”. Así se despachó Piqué, que con lo de marioneta se refería al director del OK diario, Eduardo Inda, el periodista que cuando estuvo al frente del Marca acuñó la frase de que Guardiola meaba colonia.
Y hasta ahí quería leer en principio Piqué ateniéndose a la importancia del partido de esta noche. Pero después volvió a la cuestión de manera más íntima, al reconocer públicamente que pasó su momento más bajo en el 2014.
“Quería dejar la selección y dejar el Barça, dejarlo todo e irme. La motivación lo mueve todo y no tenía entonces esa motivación. Después del Mundial de Brasil le dije a Vicente del Bosque que no quería seguir. No sentía pasión. Pero me convencieron y cambié de opinión. Que viniera al Barça Luis Enrique e hiciera la revolución que hizo y decir yo públicamente que quería ser otra vez uno de los mejores del mundo, porque en esa época no lo era, también me ayudó”.
Dos años después Piqué se encuentra en una situación muy distinta. “Estoy en el mejor momento de mi carrera, me siento más completo que nunca. Puedo aportar en todas las facetas. Espero estar muchos años así”.
Empezando por hoy. “Queremos dar un paso de gigante y lo daríamos si ganamos porque dejaríamos al City a cinco puntos”, afirmó el defensa, que se mostró muy cariñoso con Guardiola. En su etapa juntos tuvieron varios roces y Piqué fue a dar con sus huesos más de una vez al banquillo o la grada, pero con el paso del tiempo emergen los recuerdos positivos. “Pep nos marcó a todos de una manera u otra. Hubo un antes y un después de él. El fútbol lo entendemos de otra manera a través de él, cambió también la historia de este club. Todo son palabras de elogio hacia Pep. Él me lo dio todo a mí también porque yo venía del Manchester United de no jugar. Guardiola es el mejor del mundo porque es muy diferente al resto”.
Si Piqué no es algún día presidente del Barça, no será porque le falle el don de la palabra.