Bruselas y el BCE piden más prisa en privatizar Bankia y BMN
La Comisión Europea y el Banco Central Europeo pidieron ayer al nuevo gobierno que acelere las privatizaciones de Bankia y BMN y no hace ninguna mención a la posibilidad de fusionarlas, tal y como se ha planteado en las últimas semanas el Gobierno. En las conclusiones preliminares sobre la sexta misión de supervisión del rescate bancario, el informe reconoce también que el banco malo, la Sareb, va vendiendo activos, pero alerta de que las nuevas directrices contables pueden implicar cambios en sus cuentas y que haya que materializar más pérdidas.
De manera más genérica, el documento reclama que el Gobierno prosiga con las reformas estructurales para continuar con el crecimiento, reducir los desequilibrios, rebajar las cifras de desempleo y aumentar la productividad. En el contexto de las cifras macroeconómicas, ambas instituciones admiten la “robustez” de la economía española a lo largo de este último ejercicio, pese a estar más de 300 días con un Gobierno central en funciones. Y sustentan que el PIB crecerá –en torno al 3% en el 2016, según las previsiones del Ejecutivo español– gracias a la superación de los desequilibrios y también la estabilización del sector financiero.
Sin embargo, los dos organismos añaden que existe todavía un nivel alto de deuda pública y privada, a pesar de que el desapalancamiento del sector privado “ha progresado a un ritmo rápido”. Este “alto nivel” de deudas, reflejado en la cantidad de pasivos externos y en el bajo crecimiento de la productividad, hace que las ganancias de competitividad dependan de la ventaja en los costes. Respecto al resto de bancos españoles sostiene que el principal reto es mejorar su rentabilidad con el actual escenario de tipos bajos y la debilidad del crédito. Asimismo, las conclusiones destacan que las entidades bancarias han ampliado el acceso a liquidez, así como que son capaces de cumplir “fácilmente” con los requisitos de capital y sus niveles de solvencia son “resistentes”. Aunque subrayan que el volumen total de crédito sigue cayendo en España, reflejo del proceso de desapalancamiento de familias y grandes empresas.