Santamaría estrena el área territorial con un mensaje de diálogo a Catalunya
La vicepresidenta promete “esfuerzo, empatía e imaginación” en su nueva labor, aunque recuerda que siempre “en el marco constitucional”
Soraya Sáenz de Santamaría asumió ayer las competencias de Administraciones Territoriales que le traspasó Cristóbal Montoro y aprovechó para lanzar un mensaje de acercamiento a Catalunya, aunque sin olvidarse de recordar el respeto al marco legal vigente. La vicepresidenta habló de “acortar la distancia que nos aleje y fortalecer lo que nos sigue uniendo”.
Sobre el papel nada cambia, y el hecho de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asuma las competencias que tienen que ver con las relaciones territoriales, sólo consagra el papel que ha desempeñado hasta ahora: velar por el cumplimiento de la ley y encabezar los recursos de inconstitucionalidad, sobre todo contra leyes del Parlament y en todo lo relativo al proceso soberanista.
Pero las competencias de la vicepresidenta que aparecen en el BOE no hablan de lo que ha faltado en estos cuatro años largos del gobierno de Rajoy: la política. Y Sáenz de Santamaría demostró ayer –en el acto en el que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro le traspasó las competencias del ámbito territorial que hasta ahora estaban bajo su jurisdicción– que el discurso político es a veces mucho más importante que el económico, tal vez no para resolver las cosas, sino para crear el clima que permita avanzar en soluciones.
Por eso su discurso de asunción de esas competencias estuvo destinado sobre todo a Catalunya, sin citarla, en un intento de crear un nuevo clima de diálogo que ella ya inició con el vicepresidente del Govern de la Generalitat, Oriol Junqueras, uno de los primeros en felicitarla, según confesó la vicepresidenta a los periodistas en conversación informal posterior. Lo mismo que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemnont, llamó a Rajoy tras su investidura, Junqueras llamó a la vicepresidenta el jueves y se emplazaron para ir hablando.
La vicepresidenta prometió que en su relación con las comunidades autónomas, y para perseguir el interés común del Estado, habrá “esfuerzo, empatía e imaginación”. Una palabra que sonaba clave en la situación de las relaciones con Catalunya, tan irreconciliables como parecen ahora, aunque precisando, según reconoció a La Vanguardia, que esa imaginación no será nunca para la celebración de un referéndum de independencia. Y Sáenz de Santamaría dejó claro que “el mejor escenario” para llegar a ese entendimiento es “el marco constitucional de convivencia”.
La vicepresidenta es de los que creen que si no se intenta no se puede conseguir, y está dispuesta a hacerlo. Aplicará para ello –dijo en su discurso, en el que había medido y cuidado cada una de las palabras elegidas– “el método marcado por el presidente del Gobierno: el dialogo”. La número dos del Ejecutivo cree que cuando uno está en política “debe ponerse en el lugar del otro”, lo que también sonó a un intento suplementario de intentar el acuerdo. Y de hecho la vicepresidenta fijó el método para conseguir que la aplicación de esa imaginación, y de ese ponerse en el lugar del otro, funcionen: “dialogar, hablar mucho, y ceder”, porque sólo así serán posibles los acuerdos. Y todo con un objetivo, según subrayó: “acortar la distancia que nos puede alejar y fortalecer todos los vínculos que nos pueden seguir uniendo”.
Diálogo, diálogo, diálogo es, pues, la nueva divisa del Gobierno español. Es la orden que Mariano Rajoy dio a sus ministros el viernes, en el primer Consejo de Ministros, y que la vicepresidenta aseguró ayer que aplicará a rajatabla: “diálogo en el Parlamento y diálogo territorial”. Y es lo que hará, “hablar, y mucho”.
Es el mismo mensaje que Rajoy trasladó también ayer al comité de dirección del PP, en la primera reunión tras su investidura como presidente. Al núcleo duro de la cúpula del PP, formado por la secretaria general, los vicesecretarios y los portavoces en el Congreso, Rafael Hernando; el Senado, Xose Manuel Barreiro; y en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, les pidió diálogo con todos los grupos parlamentarios, “especialmente con aquellos con los que compartimos un planteamiento constitucionalista”, dijo Fernando Martínez Maíllo tras el comité de dirección. Y con un objetivo, “seguir avanzando en las grandes reformas que se necesitan en este país” y “en las medidas que ayudan a crear empleo”.
EL OBJETIVO La dirigente pretende “acortar la distancia que nos aleje y fortalecer lo que nos sigue uniendo” LA FÓRMULA El método de trabajo pasa por “hablar mucho, ponerse en el lugar del otro y ceder todos”