Psicología presidencial
Miguel Ángel Aguilar explica las circunstancias que rodean las decisiones políticas de Mariano Rajoy: “Ese mismo factor, de compañía cómoda y contigüidad recurrente, que tanto alivia a un presidente monolingüe de estricta observancia, explica ahora el nombramiento para Exteriores de Alfonso Dastis, que ha servido de modo ejemplar como representante permanente ante la Unión Europea desde el 2011”.
Nuestra percepción del nuevo Gobierno está muy condicionada por los instrumentos de observación. Como escribe Hans Magnus Enzensberger
(Panóptico. Malpaso Ediciones. Barcelona, 2016), “sin telescopio no habría, para nosotros, estrellas binarias y, sin el microscopio, no tendríamos bacterias”. Se trata, pues, del arte de bien aproximar ensayado por Ramón Pérez Maura en su columna del Abc donde subrayaba como rasgo esclarecedor de la formación del Gabinete el de la comodidad de Rajoy.
Comodidad que, como el cariño verdadero, crece al ritmo de la confianza generada al rozarse los contiguos. Por comodidad y contigüidad fue nombrado ministro el 25 de junio del 2015 Íñigo Méndez de Vigo para relevar a José Ignacio Wert en la cartera de Educación, Cultura y Deporte. Sucede que Íñigo, como secretario de Estado para la UE, estaba acompañando a Rajoy en la sesión del Consejo Europeo en Bruselas. Ese mismo factor, de compañía cómoda y contigüidad recurrente, que tanto alivia a un presidente monolingüe de estricta observancia, explica ahora el nombramiento para Exteriores de Alfonso Dastis, que ha servido de modo ejemplar como representante permanente ante la UE desde el 2011.
Los casos aquí referidos de Íñigo y Alfonso avalarían esa tendencia mecanicista del periodismo al uso, que proclama como paso obligado la escalada dialéctica desde la contigüidad hasta la causalidad. En cuanto a la crítica que algunos ensayan –véanse los Estudios del
malestar de José Luis Pardo (Editorial Anagrama. Barcelona, 2016)–, aceptemos que requiere tomar una distancia adecuada y, por lo tanto, se corresponde con un mundo concebido en términos de perspectiva y de proyección en el que sea posible adoptar un punto de vista.
Rajoy acaba también de acreditar su acendrado cultivo de las normas propias del poder personal manteniendo activo el conflicto Guindos-Montoro, azuzando otro en torno al CNI y muchas cosas más entre Sáenz de Santamaría y Cospedal encumbrada a la cartera de Defensa y dejando en tierra de nadie las atenciones gubernamentales al sector de medios de comunicación prodigadas por la vicepresidenta y que reclamó el viernes para sí el nuevo portavoz.