Puertas giratorias
El presidente de la Comisión Europea reacciona al caso Barroso
La conmoción social provocada por el fichaje de José Manuel Durão Barroso, expresidente de la Comisión Europea, por el banco de inversiones Goldman Sachs, ha llevado a su sucesor en el cargo, Jean-Claude Juncker, a proponer un endurecimiento del código de conducta de los comisarios.
La conmoción social provocada por el fichaje de José Manuel Durão Barroso, expresidente de la Comisión Europea, por el banco de inversiones Goldman Sachs, tendrá consecuencias. Su sucesor, Jean-Claude Juncker, propondrá la próxima semana endurecer el código de conducta de los comisarios y ampliar de 18 a 36 meses el ‘periodo de enfriamiento’ que se exige a los expresidentes de la Comisión antes de que poder trabajar en el sector privado.
“Debemos cambiar el código ético”, ha anunciado en una entrevista con el diario Le Soir. Si el colegio de comisarios rechazara su iniciativa,“diré públicamente que no aceptaría ningún empleo en un banco ni en ninguna empresa durante tres años. Además, tampoco pienso hacerlo más tarde”, añade, días después de que el comité ético de la Comisión declarara legal aunque “poco juicioso” el fichaje de Barroso. La medida se queda corta respecto a las demandas de oenegés y eurodiputados, que abogan por ampliar a cinco años el periodo de carencia del presidente y tres años para los comisarios. La Defensora del Pueblo de la UE plantea evaluar cada posible conflicto de forma individual.
Juncker justifica el endurecimiento porque el presidente de la Comisión “tiene visión sobre un abanico de temas más amplio que el resto de comisarios”, explicó su portavoz, que no aclaró si piensa tomar una medida similar con los futuros exvicepresidentes, que también supervisan varias carteras. Hace pocos días, Juncker se reafirmó en su decisión de no endurecer el código de conducta, a pesar de la ola de indignación por el caso Barroso, las relevaciones sobre Neelie Kroes o la amenaza de la Eurocámara de congelar parte del salario de transición de los excomisarios si no actuaba. “El presidente no somete a los plazos de los medios de comunicación las decisiones que le son propias”, le justificó ayer su portavoz.