Un nuevo partido para la mayoría
Los Comunes aspiramos a ser un factor determinante para dibujar un nuevo marco político e institucional
El curso político que tenemos por delante será apasionante para todos y todas los que participamos en la emergencia del nuevo espacio de los Comunes. Con el empuje de los más de 800.000 votantes que dieron la victoria a la lista de En Comú Podem, encabezada por Xavier Domènech, tenemos el reto de ilusionar para que todos ellos se animen a ser protagonistas de la creación de un nuevo movimiento político y social.
En este proceso hay dos elementos que deben ser centrales para el éxito de lo que ahora iniciamos: el debate de las ideas y la participación.
El debate de las ideas porque necesitamos un rearme ideológico para identificar lúcidamente las claves del bienestar futuro de Catalunya. Un rearme que requerirá de la centralidad de la ecología, de una fuerte agenda de igualdad entre hombres y mujeres tras años de retrocesos generados por la austeridad, de un programa político que permita poner coto a la financiarización de la economía y su autodestructiva tendencia actual a una desigualdad cada vez mayor, de un debate sobre nuevos mecanismos de reparto de la riqueza repensando un sistema fiscal obsoleto. Ninguno de estos retos podrán ser enfocados sin un debate en profundidad sobre Europa: es en Bruselas y en Frankfurt donde hoy se sitúan las claves de nuestro bienestar actual y futuro. Un debate al que los hombres y mujeres de ICV aportaremos todo nuestro bagaje programático e ideológico ecosocialista.
Un debate también que debe llevarnos a concretar nuestra apuesta plurinacional para Catalunya y España, a partir de nuestra defensa inequívoca del derecho a decidir, definiendo un modelo de estado que reconozca a Catalunya como un sujeto político soberano. En el escenario que se va dibujando tras el agotamiento del 78, Catalunya ejerce hoy de acelerador del cambio, pero aún con dificultades para completarlo. Nuestro movimiento tiene la aspiración, junto con sus aliados en el Estado, de ser un factor determinante para dibujar ese nuevo marco político e institucional.
Todo ello nos conducirá a un intenso debate en la primera gran asamblea que nos proponemos convocar a principios del próximo año. En el camino hacia ella debe obsesionarnos ser capaces de empoderar no sólo a todos aquellos mujeres y hombres que ya hoy participan en BeC, Equo, EUiA, ICV o Podem, sino que vaya mucho más allá. Tenemos el reto de llevar el debate hasta el último rincón de Catalunya trasladando el protagonismo de la construcción hacia abajo.
Debemos ser conscientes del contexto que rodea el nacimiento de este nuevo partido. Europa ha roto el contrato social que construyó a partir de la derrota del fascismo. Una ruptura que ha empezado a llevarse por delante el centro político que tradicionalmente ocupaban socialdemócratas y conservadores y que ha regido los destinos de Europa en los últimos 70 años. El gran centro europeo, y particularmente una socialdemocracia en crisis en toda Europa cuyo último capítulo está aconteciendo estos días en España, no resiste la explosión de la desigualdad y el retroceso democrático. La gran pregunta de nuestros días es quién va a emerger ante este nuevo escenario. En la mayoría de nuestros países vecinos se está produciendo lo que a menudo nos recuerda Chomsky: la extrema derecha avanza en ausencia de “conciencia de clase y de organizaciones propias”. Y ante esto sólo hay una respuesta: ser capaces de tejer grandes procesos de empoderamiento ciudadano que permitan a los más débiles y a las clases medias empobrecidas por la austeridad verse reflejadas y protagonizar la emergencia de un nuevo polo político que reclame un nuevo contrato social. Lo que iniciaremos en Catalunya se inscribe en una dinámica europea de la que no debemos separarnos.
A partir de nuestra trayectoria, los hombres y mujeres de ICV hemos sabido leer bien nuestro tiempo político. Y daremos lo mejor de nosotros mismos para que este proceso culmine con éxito. Tal y como rezaba un viejo cartel del PSUC, “venim de lluny i anem més lluny encara”.