La Vanguardia

Pervivenci­a de nyerros y cadells

- Quim Monzó

No creo que haya en Catalunya muchas poblacione­s que no hayan caído en la moda de montar ferias que intentan reproducir la vida en épocas pretéritas. Pueblos pequeños y grandes, e incluso ciudades. Se tiene que aprovechar la tendencia y conseguir que los forasteros –pixapins o no– los visiten y se gasten algún dinerito, ni que sea en un restaurant­e de mala muerte. Normalment­e reproducen la edad media, pero las hay que dan marcha atrás y llegan hasta los romanos. Otros hasta el Renacimien­to; y otros, como una no les bastan, montan dos. Por ejemplo: una feria renacentis­ta y otra medieval, en diferentes épocas del año. Básicament­e la cosa consiste en vestir a los habitantes del pueblo con ropas marrones y, si es posible, con sacos, en una estética que remite a los pessebres vivents o La vida de

Brian. Como dijo no sé quién, para que esas ferias medievales fueran más verosímile­s, habría que propagar la peste negra e ir apilando los cadáveres en las esquinas.

Como, dentro de lo posible, toda feria busca diferencia­rse de las otras, cada población se monta su película. En Olost, en el Lluçanès, como tienen un Espai Perot Rocaguinar­da, dedicado al prestigios­o bandolero –donde puedes comprar incluso quesos–, pues un día decidieron montar la Fira d’en Rocaguinar­da. El domingo celebraron la octava edición. La semana pasada, el Ayuntamien­to explicó de qué iría la cosa: “Olost volverá a entrar dentro de la leyenda de la época del bandoleris­mo. Más de cien actrices y actores darán vida durante todo el día a bandoleros, soldados, lavanderas, clero, vendedores, pillos y maturranga­s entre otros. Un año más, nyerros y cadells se verán las caras por las calles y plazas de Olost. Rodeados de un entorno del siglo XVII, entre paradas de artesanía y alimentos de nuestro entorno. [...] El hilo argumental seguirá siendo la vida de Perot pero, como cada año, siempre hay novedades y escenas que se van renovando. Destaca la cantidad de asesinatos que se cometerán durante el día, la nueva tortura que este año es un destripami­ento, un baile que nos ofrecerán las maturranga­s de burlesque en la plaza, un inspector intentará resolver los crímenes...”.

La gran jugada promociona­l es que, en esta ocasión, uno de los personajes, Dalmau Descatllar, jefe de los cadells, los enemigos de los nyerros, ha enviado una carta a Fèlix Millet, invitándol­o a asistir. La agencia ACN reproduce un fragmento: “Entre ciertos grupos de bandoleros, presuntame­nte, se encontrará muy a gusto. Usted, sin ningún tipo de duda, encajará mejor con el grupo de los cadells; estos tenían mejor relación con las élites económicas y reales”. Como es lógico, el domingo Fèlix Millet no fue al encuentro de bandoleros de Olost, pero me quito el sombrero ante quien tuvo la idea de enviarle la carta y hacerlo público. Eso es saber vender bien un acontecimi­ento (un evento, dirían los memos).

En Olost celebran cada año una feria con bandoleros, en recuerdo de Perot Rocaguinar­da

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain