Libertad con cargos para el menor arrestado por los crímenes de la Mina
El menor detenido el domingo por su presunta vinculación con el asesinato de dos hombres, de madrugada, en la Mina quedó en libertad esa misma noche tras declarar ante el juez y el fiscal de menores. El joven fue arrestado tras el crimen cuando, presuntamente, en compañía de un matrimonio, tíos suyos, ocultaba balas y vainas percutidas en los bajos de un vehículo, a pocos metros del piso en el que se produjeron los disparos. En el interior del coche los Mossos localizaron la pistola empleada en los asesinatos. Los otros dos detenidos pasarán a disposición judicial en las próximas horas, mientras que los investigadores siguen tras la pista del autor material de los disparos.
Los crímenes sucedieron sobre las cuatro de la madrugada. Tres individuos, un albano, un búlgaro y un tercero no identificado, irrumpieron en un piso del n.º 30 de la calle Marte del barrio de la Mina, justo en la calle de enfrente de la comisaría de los Mossos. Los investigadores tratan de reconstruir lo que pudo ocurrir en el interior de ese bajo, en el que la policía científica estuvieron trabajando nueve horas buscando indicios y pruebas. Uno de los hombres, el que sigue sin identificar, estaba tendido en una habitación que, por la ropa y los muebles, debía de ser la del bebé que vivía en la casa. El hombre tenía varios impactos de bala y los cajones de una da las cómodas estaban revueltos.
Los investigadores trabajan con la hipótesis, sin descartar ninguna otra, de que los tres asaltantes accedieron a la vivienda con la intención de robar, dinero o drogas. Fueron ahuyentados a balazos. Uno murió en la casa y los otros dos, heridos de bala, huyeron. El ciudadano búlgaro apenas pudo caminar 200 metros. Fue localizado por los mossos y trasladado a un hospital, donde falleció. El tercer asaltante también logró huir, con un tiro en el glúteo. Fue arrestado en una de las rotondas de salida de Sant Adrià del Besòs. Sigue hospitalizado y no se teme por su vida. Asegura que no sabe nada de nada, que es un músico que salía de una actuación cuando fue alcanzado por una bala perdida.
A diferencia de episodios violentos anteriores este crimen no ha supuesto una alteración del orden público en la Mina. Los vecinos están inmersos en un silencio absoluto: nadie ha visto nada, nadie sabe nada y nadie dice nada. La investigación sigue abierta para dar con los autores de los disparos. En la comisaría de Sant Adrià no faltaron las felicitaciones a los mossos que trabajaban de guardia el domingo. Oyeron disparos y gritos, se colocaron sus chalecos antibalas, salieron del recinto policial, cruzaron la calle y se pusieron a trabajar. “No dudaron un segundo. Actuaron con gran profesionalidad y valor”, dice un responsable policial.