No es país para universitarios
El mercado laboral se ve incapaz de crear suficientes empleos cualificados
Hace unos años, estudiar carreras como Derecho o Económicas no solo era garantía de obtener un empleo adecuado a su formación al graduarse sino que otorgaba al titulado un cierto prestigio social y una expectativa de remuneración. “Ya no”, aseguran los autores de un demoledor informe sobre los logros ocupacionales de los estudios universitarios de los últimos 40 años. “Hemos conseguido que haya más titulados en España pero el mercado laboral no ha sido capaz de acogerlos, por lo que sus formaciones se han devaluado”, indican Luis Ortiz y Jorge Rodríguez, profesores de Ciencias Políticas y Sociales de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
La devaluación es en términos de prestigio e ingreso, y está medida por una escala internacional (ISEI). Se trata de una devaluación selectiva mayor en las carreras de Humanidades y Ciencias Sociales, formaciones de carácter genérico, mientras que los estudios aplicados o técnicos, la pérdida es menor o inexistente, como es el caso de las ingenierías que no solo tienen tasas de paro anecdóticas sino que su prestigio no ha variado a lo largo de los años a pesar de que, como en el resto de áreas de conocimiento, han aumentado los titulados. Es decir, el grueso de universitarios no es el factor determinante que devalúa una carrera sino el hecho de que no encuentra trabajo en lo que se han formado. Por eso Medicina, cuyo acceso está regulado por un examen, no ha caído en prestigio. “Creemos que los grados técnicos transmiten mejor información sobre las cualificaciones de sus portadores”, señalan los investigadores.
España hizo un enorme esfuerzo colectivo en educación a partir de los años setenta logrando que