El Barça se muestra indignado y anuncia un recurso

La junta del FC Barcelona interpondrá recurso contra la interlocutoria del juez De la Mata. Así lo anunció, profundamente indignado, el portavoz de la directiva, Josep Vives, que calificó el procedimiento como un ataque a la dignidad del club y censuró que el mismo ministerio fiscal utilice argumentos opuestos en la Audiencia de Barcelona (considerar salario una partida del fichaje) y la Audiencia Nacional (considerarlo derechos de traspaso). “Estamos estupefactos. Han sucedido tantas cosas que la capacidad de sorpresa se nos agota”, exclamó Vives. “Nos preocupa y por momentos nos indigna. Estamos aquí no por el interés de una persona o de quince, sino por la dignidad de este club”, añadió, y cuestionó el respeto al principio de seguridad jurídica. “Un mismo órgano (la Fiscalía) debe guardar la coherencia, el principio de congruencia”, protestó. “Aquí puede servir una cosa y la contraria con tal de acusar en todas partes”. Vives insistió en que la entidad blaugrana nunca tuvo mala intención y precisó que el acuerdo de conformidad con que se ventiló el caso Neymar 1 implica la admisión de “un error de planificación fiscal” por parte del Barça. “Todas las cosas se pueden hacer mejor, pero aquí no hay infracción penal”, subrayó. De manera implícita –“están sucediendo cosas tan extrañas...”–, el portavoz aludió a una persecución deliberada al Barcelona. Por otra parte, el representante legal del club defendió ayer su postura ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte sobre el conflicto con la UEFA por la exhibición de estelades. “El Barcelona ha reiterado su defensa del pleno ejercicio del derecho a la libertad de expresión por parte de sus socios y aficionados y su convencimiento de que la exhibición de estelades en su estadio no constituye ninguna ofensa ni menosprecio a nadie”. El club emplazó a la UEFA a reflexionar y evolucionar en su normativa. En otro conflicto, el Barça no envió ayer a ningún representante a la gala del diario Marca en protesta por el premio al juego limpio concedido a Javier Tebas, el presidente de LaLiga, que descalificó a los jugadores del Barça tras el partido de Mestalla.