Barcelona camina lenta hacia la e-salud
Expertos en e-salud y gestión sanitaria analizan los retos para dar el salto tecnológico
Es Barcelona una ciudad inteligente, preparada para atender la salud con la ayuda de la tecnología y aumentar el bienestar de sus ciudadanos? La mayoría de los expertos vinculados a las nuevas tecnologías y la gestión sanitaria consideran que la ciudad todavía está lejos de llegar a tal punto, si bien es cierto que se ha empezado a dar pasos en la dirección adecuada.
El presidente de la Societat Catalana de Gestió Sanitària, Pere Vallribera, cree que Barcelona “es una de las ciudades que más ha desarrollado el concepto de smart city”, pero, “ahora, el reto es que esta inteligencia digital se transforme en un mayor número de servicios dirigidos a las personas”. En este ámbito se ha avanzado especialmente en la atención a las personas mayores. Un ejemplo es el servicio de teleasistencia municipal, que cuenta con más de 80.400 usuarios.
Pero, ¿cuáles son las barreras para dar el salto definitivo? Vallribera apunta a la falta de recursos económicos, la insuficiente cultura de la innovación y la poca flexibilidad en la gestión del sistema sanitario como principales obstáculos. El cofundador de doctoralia.es, Frederic Llordachs, referente en e-salud, pone como ejemplo el nacimiento de su propio proyecto, una plataforma digital que pone en contacto a médicos y pacientes. “Doctoralia no habría sido posible desde el sector público, no por una imposibilidad técnica, sino por la lentitud del propio sistema, marcado por sus dificultades de gestión, de tomar decisiones y asignar recursos”. “En la era del whatsapp yel selfie, parece increíble que, para hacerte una resonancia magnética, todavía recibas la cita por carta”, añade.
Contar con un sistema semafórico que se ponga en verde al pasar una ambulancia o con una amplia red de desfibriladores en el espacio público que esté conectada con el sistema de emergencias, para que se envíe un transporte urgente al detectarse su uso, son ejemplos de posibles iniciativas smart city.
COMPARTIR INFORMACIÓN, CLAVE
Para el coordinador general de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) del departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, Pol Pérez, la idea de ciudad inteligente “obliga, ante todo, a conectar y compartir información entre varios dispositivos y niveles asistenciales para, después, tomar decisiones y aportar soluciones innovadoras”. La Generalitat ya ha empezado a implantar el proyecto IS3, un sistema de información que a finales de 2017 conectará todos los hospitales y centros de atención primaria. Ello permitirá, por ejemplo, que el usuario pueda salir de la consulta del médico del Centro de Atención Primaria (CAP) con la hora de visita de su especialista, en el hospital. La historia clínica compartida –que permite que distintos profesionales puedan acceder a la información del paciente– y La
meva salut –un espacio on line desde el que se pueden realizar trámites y acceder a información personal de salud– son otras iniciativas del Gobierno catalán.
MÁS DE 165.000 'APPS' DE SALUD
La normativa de protección de datos –que obliga a tratar la información clínica del ciudadano con la máxima rigurosidad– y la presencia de múltiples sistemas de información en el mapa sanitario son condicionantes que, a veces, ralentizan la situación, reconoce Pérez. Para poder avanzar en esta dirección, el sistema de salud “debe cumplir con tres condiciones indispensables: tener suficiente financiación económica, contar con decisión política y también liderazgo”, asegura la presidenta de la sección de Médicos e-Salud del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, Mireia Sans.
En la actualidad existen 165.000 aplicaciones móviles vinculadas a la salud. Capacitar a los profesionales de este ámbito para que puedan recomendar apps o webs en salud al paciente, así como vencer algunas resistencias, son otros de los retos pendientes, coincide en señalar la coordinadora del grupo TIC de la Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya, Imma Malé. Y, lo más importante, la auténtica revolución digital en salud pasa por desarrollar soluciones tecnológicas pensadas para y con los pacientes.
El reto es que la inteligencia digital dé lugar a un mayor número de servicios