De Hollywood a Buckingham
La Casa Real británica reconoce finalmente que Meghan Markle es la novia de Enrique
La casa real británica reconoce finalmente que la modelo y actriz Meghan Markle es la novia del príncipe Enrique.
A mucha gente, sin necesidad de tener sangre azul, le cuesta admitir una relación formal. El compromiso, aunque sea moral, es una cosa muy seria. Pero en el caso de un príncipe británico, todavía más. Enrique se ha escondido detrás de una brutal ofensiva a los medios de comunicación por supuestos ataques a la privacidad para reconocer que tiene una nueva novia.
La elegida (no se sabe si afortunada o no y además suena a sexista) es la actriz norteamericana Meghan Markle, de 35 años, divorciada, conocida sobre todo por su papel en la serie de televisión Suits, de padre blanco y madre negra. Nada más hacerse oficial la relación por parte del Palacio, aunque fuera de manera indirecta, el perfil de ella que aparece en la prensa del Reino Unido cambió radicalmente. Del de una
bimbo que aparece en webs porno al de una potencial princesa que estudió en un colegio católico y dedica su tiempo y dinero a combatir la discriminación racial y sexual.
Tras meses de especulaciones y secretismo, el príncipe Enrique ha pedido que la prensa les deje en paz a él y a su “novia”, acusando (no queda claro si a los tabloides británicos o a los paparazzi norteamericanos) de acosar a Meghan hasta el punto de meterse en su casa, de intentar sobornar a su exmarido, de perseguir a sus amigos y conocidos en la búsqueda de detalles escabrosos (o simplemente de detalles) sobre su pasado.
De Meghan se sabe que su padre (un director de iluminación que ha trabajado como ella en series de televisión) y su madre (asistente social y profesora de yoga) se separaron cuando ella tenía seis años, que creció en Los Ángeles pero vive en Toronto porque allí tiene su trabajo actual, que se define a sí misma como “medio blanca medio negra”, que en el 2011 se casó con el productor cinematográfico Trevor Engelson pero el matrimonio sólo duró dos años, y que de muy niña envió una carta a Hillary Clinton quejándose de que los anuncios de una conocida marca de jabón implicaban que el lugar de la mujer está en la casa. En cierto modo es la antítesis de Catalina, la mujer de su hermano.
El primer papel de Meghan como actriz fue hace cuando tenía 21 años en la serie Hospital General ,yaello siguieron otros en CSI y, con personajes secundarios, en un ramillete de largometrajes que no tuvieron gran éxito, pero le sirvieron para darse a conocer y como trampolín
La actriz es muy activa en cuestiones sociales y humanitarias y, en muchos sentidos, la antítesis de Catalina
para dar el salto al programa de ciencia ficción Fringe (como una agente especial del FBI) y últimamente a Suits.
“Nunca he querido ser una dama que se dedica a ir a comer con las amigas, más bien una mujer que trabaja”, ha declarado Markle, que tiene más de un millón de seguidores en las redes sociales, es embajadora de las Naciones Unidas para asuntos de educación, nutrición y bienestar social, hace campaña por la igualdad de género y ha viajado a África con organizaciones caritativas. Estos aspectos de su currículo no habían sido destacados por la prensa del Reino Unido hasta que su relación con Enrique ha quedado formalizada.
Más bien al contrario, los medios sensacionalistas preferían hablar de la aparición de clips suyos (aunque fuera vestida) en la web porno
Pornhub yel Mail llegó a hablar del “exotismo” de su ADN. En su ataque furibundo a la prensa, Enrique ha denunciado el tratamiento sexista y racista de la chica a la que ya es posible referirse como su nueva novia. El próximo paso será una foto oficial de la pareja.