Ojos sobre las aguas
La misión militar europea en el Mediterráneo central cuenta, además de con embarcaciones, con visión inteligente desde el aire. España aporta, a través del Destacamento Grappa, un avión D-4 del Servicio Aéreo de Rescate (SAR), con base en Sigonella, Sicilia, dotado de los más sofisticados mecanismos de vigilancia. Es una de las fuerzas más valoradas por el alto mando. La tripulación es en muchas ocasiones la primera en avistar las embarcaciones de los traficantes de seres humanos o las lanchas neumáticas cargadas a rebosar de migrantes. Además de las cámaras de alta precisión alojadas bajo el morro del avión, la tripulación toma imágenes de situación y de los patrones de las embarcaciones. Por un lado, se alerta de la emergencia y por otro se alimenta el archivo de inteligencia con la imagen de los posibles piratas. “Si la situación es límite y no hay nadie cerca para el salvamento, lanzamos balsas de emergencia desde el avión”, explica el comandante Juan Chomón.