Rezumar odio
En la sesión de investidura del pasado 29 de octubre me llamó poderosamente la atención el odio que rezumaban las intervenciones de algunos jóvenes parlamentarios que no vivieron la dictadura, ni quizás la transición. No sé qué tienen inoculado para sacar tanta espuma por la boca. Posiblemente piensen que la culpa de que unas generaciones puedan vivir mejor que otras se debe únicamente a la gestión de lo que algunos llaman casta política.
Olvidan que por el hecho de nacer no se tiene derecho a todo y parecen desconocer los sacrificios que los ciudadanos han hecho para conseguir un Estado de bienestar, de libertad y convivencia envidiables. Sus palabras de odio hacen dudar de dónde estamos y qué está pasando.
Y eso no implica que se desconozca lo terrible que es el paro, los bajos sueldos que percibe la juventud, y lo difícil que resulta salir adelante con la competitividad y falta de estímulos que existen. Pero no es con odio como arreglaremos las cosas; es trabajando, vitalizando la cultura del esfuerzo, apreciando lo que tenemos, conviviendo con respeto y generosidad, centrándonos en lo importante y aplicando la debida justicia. Así podemos conseguir que la sociedad progrese.
JOSEP PAGÈS MARTÍ
Barcelona