Educación elitista
Ribó indica que las cuotas y la singularización de la oferta causan segregación
El Síndic de Greuges alerta de que se está configurando en el sistema educativo público y concertado de Catalunya una red de centros con oportunidades diferenciadas.
¿Se está configurando en el sistema educativo público y concertado de Catalunya una triple red de centros con oportunidades diferenciadas para sus alumnos? Es la alerta que lanza el Síndic de Greuges en el informe La segregación escolar en Catalunya: condiciones de escolarización, donde analiza los desequilibrios entre los mismos centros de titularidad pública, entre los que tienen concierto, y dentro de los mismos barrios.
El informe, según explicó ayer Rafael Ribó, radiografía en primer lugar los desequilibrios en los niveles de demanda de escolarización y por qué se producen. Las características diferenciadas de la oferta escolar se traducen en capacidades diferentes para atraer al alumnado. Los centros, se señala, tienen costes de escolarización distintos (las cuotas), proyectos educativos heterogéneos, instalaciones también dispares que, entre otras cuestiones, provocan que los grupos sociales se distribuyan de forma desigual en el sistema público. Es decir, las familias con un mayor nivel socioeconómico se agrupan normalmente en determinadas escuelas, y las menos favorecidas, en otras, con lo que se rompe, según alertó la Sindicatucos ra, el principio de equidad, que debe regir el sistema público de enseñanza.
Esta “triple red” de oportunidades quedaría configurada, en primer lugar, por escuelas mayoritariamente públicas pero también concertadas con una composición social desfavorecida y con proyectos educativos estigmatizados. Estos centros garantizan la prestación “básica” de la educación en un contexto de alta complejidad, y sufren limitaciones para desarrollar su proyecto debido a la débil demanda para entrar en ellos, una demanda descapitalizada. A continuación estarían las escuelas públicas y concertadas con un alumnado heterogéneo y un proyecto educativo consolidado pero no singularizado. Éstas no suscitan rechazo pero tampoco atraen una gran demanda. Por último, están los centros públi- y concertados con una composición social generalmente más favorecida que su entorno, con proyectos educativos “capitalizados” y normalmente singularizados con gran capacidad para atraer la demanda de familias con más capacidad cultural y económica.
El coste de la escolarización es uno de los principales factores que amenazan con consolidar esta “triple red”. En los centros públicos hay desigualdad entre las cuotas que sufragan las familias. O bien directamente o mediante las ampas se cobra por actividades que se desarrollan durante el horario escolar (material, salidas, excursiones). También hay ampas que colaboran en la contratación de profesores de plástica u idiomas, cuya capacidad, evidentemente, depende del dinero que tienen. La Sindicatura advierte asimismo del precio del comedor escolar, que tiene un máximo establecido en la escuela pública y en algunos centro se sobrepasa.
Las cuotas en la concertada también son motivos de desigualdad. Se subraya la confusión inducida sobre las actividades complementarias, que tienen carácter voluntario pero que se introducen en el horario lectivo y se hacen pagar. Se pone el acento en el precio del comedor escolar o los libros de textos, y se recuerda que las aportaciones a las fundaciones que muchas concertadas solicitan no son obligatorias. Por ello, la Sindicatura propone replantear los conciertos en función de la escolarización de niños con menos recursos.
Las actividades extraescolares (no son gratuitas) también suponen desequilibrios. Los centros públicos con una composición social favorecida tienen una oferta amplia y diversificada que no se pueden permitir las escuelas con familias más desfavorecidas, y esto debilita su proyecto educativo, redundando en la segregación.
El Síndic no está en contra de la autonomía de los centros, pero señala que algunos procesos de singularización de la oferta pueden ser poco inclusivos y afectar a la equidad. Hay centros concertados, se indica, con un carácter propio muy marcado y una composición social especialmente favorecida. Y también escuelas públicas con proyectos singulares y con un alumnado socialmente diferenciado. En este sentido, se denuncia que en las jornadas de puertas abiertas algunos centros buscan atraer a un determinado tipo de familias.
La Sindicatura propone replantear los conciertos en función de si escolarizan a niños con menos recursos