Xi Jinping reclama cooperación y respeto para China
El triunfo del republicano deja en el aire las alianzas estratégicas en Asia-Pacífico
La inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. abre una inesperada etapa de incertidumbre en Asia-Pacífico. La mayoría de países de la zona se apresuraron a señalar que la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca no alterará sus relaciones bilaterales. China mostró su esperanza en que prevalezca la cooperación y el respeto mutuo.
El presidente chino, Xi Jinping, felicitó a Trump por su triunfo y le mostró su disposición a trabajar juntos. Le emplazó a cooperar “sobre las bases de los principios del no conflicto, no confrontación, respeto mutuo” y expresó su confianza en que las diferencias entre los dos países sean “controladas de forma constructiva”, según Xinhua.
La precisión de Xi Jinping no es baladí. A pesar de que posiblemente Trump fuera el candidato más idóneo para los intereses de Pekín, a las autoridades chinas les perturba el desconocimiento sobre el nuevo líder de EE.UU. y sus declaraciones anti chinas, especialmente en materia económica.
Los expertos, sin embargo, creen que las amenazas de Trump son verbales y que su llegada a la Casa Blanca abrirá nuevas oportunidades para Pekín. Opinan que, aunque haya tasas a las importaciones chinas, el proteccionismo de EE.UU. permitirá al país asiático acceder a nuevos mercados. Y también se beneficiará del rechazo del Congreso republicano a aprobar el Acuerdo Transpacífico, una alianza comercial que impulsaba Obama y que excluía a China, lo que la situaba en situación de desventaja internacional.
Pero la gran oportunidad para China puede presentarse en el capítulo político. Trump ha dado a entender que quiere replegarse de Asia y revisar las alianzas estratégicas. Una afirmación que deja en el aire la estrategia de Obama de aumentar la presencia de EE.UU. en Asia-Pacífico y más concretamente en las disputadas aguas del mar de China Meridional, donde Pekín y Washington mantienen un pulso por la supremacía regional. Un giro estratégico que abre la puerta a Pekín a que se adueñe de la zona. Un panorama que puede generar a su vez tensiones entre China y otros países ribereños, como Vietnam, Indonesia y Japón.
Desde Tokio, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, felicitó a Trump por su victoria y le expresó su voluntad de “estrechar aún más los lazos de la alianza Japón-Estados Unidos (...) para mantener la paz y la estabilidad en la región AsiaPacífico”, afirmó el premier.
Por su parte, el polémico presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo que ahora espera acabar su distanciamiento de Estados Unidos, iniciado hace unos meses tras un enfrentamiento con Obama. “No quiero más peleas ahora que ha ganado Trump”, señaló. Duterte, también conocido como el Trump del Este por su populismo, deseó “larga vida a Donald Trump” y bromeó con que “los dos decimos palabrotas constantemente”.
MAR DE CHINA MERIDIONAL Si EE.UU. se repliega ofrece a Pekín convertirse en la potencia regional FILIPINAS “No quiero más peleas ahora que ha ganado Trump”, dice el presidente Duterte