El juez exculpa al chófer del autocar del accidente en que murieron 13 jóvenes
No hubo fallo mecánico, la conducción del autocar era estable, la velocidad, adecuada, y el conductor dio negativo en el test de alcohol y drogas. Por todo ello, el juez que instruye el caso del trágico accidente de Freginals, en el que fallecieron trece estudiantes universitarias, ha decidido archivar la causa penal contra el conductor y remite a los afectados a la vía civil si quieren reclamar indemnizaciones.
El titular del juzgado número 3 de Amposta (Tarragona) descarta en el auto, que puede ser recurrido, que el siniestro se debiera a errores mecánicos o a una conducta imprudente del conductor, por lo que considera que “los hechos denotan la inexistencia de una responsabilidad de la gravedad que es exigida por el Código Penal”. El conductor, denunciado por trece homicidios imprudentes, resultó herido de gravedad y, aún convaleciente, no ha llegado a declarar ante el juez. Sin embargo, durante los últimos meses, el instructor ha tomado declaraciones a las víctimas, a los trabajadores de la empresa de autobuses y a sus directivos, y ha analizado los informes de los Mossos, Carreteras y forenses, así como el tacógrafo del autocar siniestrado.
El accidente se produjo la madrugada del domingo 20 de marzo en el viaje de vuelta de un grupo de universitarios, la mayoría de Erasmus, que el día anterior habían salido de Barcelona para asistir a las Fallas de Valencia. A pesar de que el informe de los Mossos apuntaba como primera y única hipótesis que el conductor perdió el control de vehículo después de quedarse dormido al volante (apoyando la tesis en la declaración de uno de los pasajeros que afirmó que vio como el conductor daba una cabezada antes del choque), el juez destaca que el conductor respetó el tiempo de conducción y el descanso diario. También añade que no hubo distracción, porque el conductor no utilizaba ninguno de sus dos teléfonos móviles.
El auto reconoce que, a 300 metros del lugar donde ocurrió el siniestro, “el autobús, sin motivo aparente, va desplazándose de forma suave hacia el margen derecho, sin cambios de dirección súbitos” y que, con anterioridad, se habían producido variaciones significativas de velocidad “sin que se puedan justificar en relación con la intensidad del tráfico ni con el trazado de la vía”, y detalla las maniobras del conductor, “para retornar la posición debida a la calzada”. Según el juez, el vehículo “entra en contacto con la mediana de forma violenta, agravado por su diseño y cambios de pendientes de la misma”, y acaba volcando, tras lo cual se desplazó 32 metros invadiendo los carriles de la autopista en sentido a Alicante.