El Arnau, a debate
Arranca el proceso participativo para decidir el futuro del teatro de barraca más antiguo del Paral·lel barcelonés
El sábado tuvo lugar la primera jornada abierta del proceso participativo para decidir qué funciones debe tener y cómo será gestionado el nuevo Teatro Arnau, el teatro de barraca más antiguo de Barcelona –fue fundado en 1906– que desde el año 2011 es de titularidad municipal.
El encuentro contó con la presencia de diferentes grupos y entidades culturales y vecinales que han mostrado interés en la preservación del espacio y que, según la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, “deben tener un papel clave en la definición del futuro equipamiento“.
Durante la jornada, Pin explicó que, “a pesar de que existe la voluntad de conservar el Arnau, los elementos que se podrán salvar son muy pocos debido al mal estado del inmueble, pero sí se mantiene la idea de, a partir del proceso participativo, construir un proyecto conjunto para hacer un espacio de las artes escénicas arraigado en el territorio y que preserve la memoria histórica del Paral·lel“.
El proceso participativo ha previsto charlas sobre la historia del Arnau y también de la vida cultural en la avenida del Paral·lel de Barcelona. Después de este período, durante la primavera se convocará un concurso público de ideas para terminar de definir el proyecto.
EXPERIENCIAS
Durante la jornada del pasado sábado, tres espacios: el Centro Cultural del Asilo (Nápoles), el Teatro del Barrio (Madrid) y el Ateneo Popular Coma Cros (Salt), explicaron sus experiencias, cómo se organizan y cómo han logrado, o están logrando, sacar adelante cada uno de los proyectos. En el espacio de la antigua fábrica textil la Coma Cros, “las decisiones se han tomado a partir de diferentes procesos participativos con el objetivo final de que sean las entidades de Salt, en colaboración con el Ayuntamiento, las que se encarguen de gestionar el espacio y que éste no se privatice“, explica Inés, representante de la Federación de Entidades Socio-culturales de Salt, quien destaca los problemas con que se han encontrado “por cuestiones de poder“, y el trabajo interno realizado, “donde ha sido necesario adquirir experiencia asamblearia“.