Un escenario imprevisible
Trump deberá concretar si sus políticas serán tan radicales y simplistas como lo apuntado durante la campaña
La victoria de Donald Trump revela que el Brexit no fue un fenómeno aislado. Que hoy todo es posible. El empobrecimiento de las clases medias occidentales, la parálisis de la política para frenar la desigualdad y la inquietud por la inmigración son terreno fértil para la aparición de
Cisnes Negros. Este es ya un mundo más propenso a los acontecimientos inesperados y difíciles de prever, en el que la opinión pública se ha convertido en una caja negra cuyo interior se revela cada vez que va a las urnas. En términos económicos, esto implica pérdida de confianza (el nuevo presidente tiene que concretar sus políticas), retraimiento de la inversión y menos crecimiento. En lo político, la oleada de descontento tendrá continuidad.
ITALIA EN DICIEMBRE, FRANCIA Y ALEMANIA EN EL 2017
Italia ha convocado un referéndum el próximo 4 de diciembre en el que debe decidir sobre la reforma constitucional de Mario Renzi. En apariencia, el primer ministro ha vinculado su continuidad al éxito en las urnas. Francamente, él sabrá lo que hace... En junio de 2017 la ola llegará a Francia, donde hay convocadas elecciones presidenciales. Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional, ha sido la primera en felicitar a Trump. En otoño de 2017 habrá elecciones federales en Alemania. La ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) cabalga allí sobre la ola del miedo a la inmigración y la irritación de una sociedad envejecida a la que le cuesta ahorrar.
GOLPE AL COMERCIO GLOBAL. MÉXICO, EL PRIMERO EN SUFRIR
El peso mexicano perdía ayer más de un 7% de su valor en los mercados. La fijación mexicana de Trump es bien conocida. Ha hablado de levantar un muro. Y sobre todo, de restringir las relaciones comerciales con el vecino del sur y renegociar el tratado de Libre Comercio (TLCAN) con el que el país que gobierna Enrique Peña Nieto ha captado una parte del empleo industrial perdido en el Medio Oeste americano. No es el único país que se mostraba ayer preocupado. EE.UU. es el primer socio comercial de China, de media Asia y de Alemania.
ENERGÍA: GANA EL CARBÓN, PIERDEN LAS RENOVABLES
Trump es un escéptico de las políticas de cambio climático. Los mercados tomaron ayer buena nota. La primera minera mundial, Glencore, ganaba en bolsa un 2,8%. En cambio, el primer fabricante de aerogeneradores, Vesta, se hundía un 14%. Nadie sabe si Donald Trump impulsará la denuncia del acuerdo de París sobre Cambio Climático (nunca antes en la historia Estados Unidos ha hecho algo así). Pero sí puede emprender una cruzada diplomática para renegociar su contenido.
UN SERIO CONTRATIEMPO PARA SILICON VALLEY
Salvo alguna excepción como la de Peter Thiel, los propietarios de las empresas tecnológicas californianas han financiado de forma masiva la campaña de Hillary Clinton. Las restricciones migratorias que pide Trump, las críticas a las deslocalizaciones de empleo practicadas por empresas como Apple o su distancia cultural con el universo de internet sitúan al nuevo presidente en las antípodas de cómo ve el mundo la gente de Silicon Valley. Shervin Pishevar, fundador de Hyperloop sugería ayer la secesión de California... Los medios de comunicación sociales han alimentado al monstruo y han difundido su mensaje, pero no han aprendido cómo controlarlo.
DESREGULACIÓN AL ALZA, EL ‘BIG BUSINESS’ ESTÁ FELIZ
Wall Street tampoco era amigo de Donald Trump. Pero ayer la bolsa norteamericana subió ligeramente, porque en el fondo piensan que no les va a ser hostil. Ha asegurado que reducirá los impuestos a las rentas más altas. Es, además, un claro enemigo de las regulaciones y eso es una buena noticia para sectores como la banca, la energía o el farmacéutico, cuyas empresas (de Pfizer a Merk) registraban ayer importantes alzas, que compensaban el descenso de las cotizaciones de las empresas tecnológicas.
LA SUBIDA DE TIPOS EN EE.UU., AHORA MENOS PROBABLE
Todos estaban de acuerdo en que la Reserva Federal Americana (la Fed) iba a subir los tipos de interés un 0,25% en su próxima reunión de diciembre. Bálsamo, relativo, para la banca. Ahora, esa posibilidad no parece tan clara. El banco central americano puede querer esperar a que la inestabilidad en las bolsas y en los mercados financieros (al final menor de la esperada) se disipe. Y además hay otro factor. Trump es crítico hacia la política que aplica la Reserva Federal. Otra cosa: el presidente no simpatiza con Janet Yellen, su presidenta. Yellen finaliza su mandato en 2018, pero puede adelantar su marcha si el desacuerdo entre ambos es grande.