“Los niños se llaman entre ellos por el número asignado”
Mañana cumplo 47 años. Soy australiana y vivo en Los Ángeles desde el 2004. Vivo sola y no tengo hijos. Soy liberal. Vivimos un momento que da miedo. En Australia ya no hay izquierda. El mundo entero escora a la derecha, hay que fomentar la humanidad. Soy
Tres de mis abuelos murieron víctimas del Holocausto. Mis padres nacieron en Polonia y pasaron la guerra escondidos, cuando terminó fueron a Israel y de allí a Australia, el país que
los acogió.
¿Ahora no lo harían? No, por eso esta película, Chasing asylum, es tan especial para mí.
Cuenta cómo está tratando Australia a los refugiados y solicitantes de asilo. Es una vergüenza. Los rescatan del mar y los llevan a dos campos de internamiento que se hallan en dos islas, la República de Nauru y la isla Manus, en Papúa Nueva Guinea (a la que sólo van hombres). Ningún periodista, defensor de los derechos humanos u oenegé puede poner un pie ahí.
¿Cómo lo hizo? Estuvimos rodando con cámaras ocultas y tenemos testimonios de médicos, asistentes sociales y todo tipo de personas que trabajaban en esos centros de detención.
Cuénteme. Es terrible, cinco refugiados han muerto por desidia: algunos en un enfrentamiento entre policías y refugiados, otro porque no recibió atención médica por un corte en el pie, otro se quemó... Ha habido 80 denuncias de violencia sexual contra mujeres y niñas por parte de los guardas de seguridad y la gente local de la isla.
¿Por qué nadie lo ha denunciado? El Gobierno australiano sacó una ley que castiga con la cárcel a quien hable de las condiciones de los campos, tanto médicos (hoy ya pueden hablar) como asistentes sociales o periodistas.
Pero usted ha estrenado en Australia. Sí, durante cuatro meses mostramos la película por toda Australia y el Gobierno no hizo nada. No querían aparecer en la portada de The New
York Times por detener a periodistas. Dentro de una semana vuelvo a Australia para mostrar la película en el Parlamento.
¿Cuántos refugiados hay en estas circunstancias? Es difícil saberlo, pero entre refugiados y peticionarios de asilo, unos 2.000. El Gobierno no los deja entrar en el país, y eso va en contra de la convención internacional de derecho de asilo.
¿Cómo viven en esas dos islas? Son países tercermundistas que reciben medio millón de dólares australianos por refugiado al año, y el campamento está en manos de empresas privadas que también están ganando mucho dinero. La consigna es hacerles la vida tan difícil quieran ¿Alguienque volversea vuelve?peora él. que el lugar del que huyen y Hay quienese Irak. Tambiénhan vuelto puedena Alepo optar (Siria), por Camboya, Afganistán por refugiado.país al que Australia paga una cantidad
Nauru Mucha que gentebajo los pensará cascotes que de están Alepo. mejor en No local tienenno los trabajo acepta. ni No comunidad,tienen futuro.la poblaciónAustralia está sido condenada infringiendo más normasde cien internacionales,veces por la ONU. ha
esas Quiero circunstancias. entender qué significa vivir en Están Hay en genteun limboque lleva legal asíy no más sabende tres cuánto años. durará. Aislados, sin poder comunicarse con sus familias. Están deprimidos, medicados con antipsicóticos. Muchos se autolesionan de manera enfermiza, otros se cuelgan o se cortan las venas.
... Cuando llegan les dan un número, nadie los llama por su nombre, los deshumanizan, y después de tres años los niños se llaman entre ellos por el número. Han olvidado sus nombres.
¿Van a la escuela? Tienen permiso, pero no son aceptados por los otros niños y reciben palizas. El partido verde decidió enviarles juguetes. Cuando llegaron, los niños no sabían qué hacer con ellos.
En la película aparecen testimonios de médicos y personal que ha trabajado o está trabajando en esas islas. Sí, y del antiguo director del campo de Nauru. Todos lloraron en las entrevistas; estaban destrozados, traumatizados. Son muy valientes al atreverse a explicar lo que está pasando.
¿Y qué dicen los psiquiatras y psicólogos? Que lo que se hace allí con los refugiados, clínicamente, es tortura. Niños en detención indefinida. Sus dibujos son como los de los niños de los campos nazis. Me choca mucho que el Gobierno australiano, sabiendo lo que pasa, mire hacia otro lado.
¿Y la sociedad australiana no quiere ver o no sabe? La película ha sorprendido a mucha gente. Antes de que se visionara, el 70% de la población estaba a favor de que se enviara a los refugiados a estas islas; ahora el 70% está en contra.
Pues tiene motivos para estar contenta. Ahora parece que ante las protestas internacionales van a reubicar a los refugiados en Canadá y Estados Unidos, lo que es una suerte para los refugiados y una vergüenza para mi país. Australia es el país con uno de los índices de refugiados más bajos, estamos en el puesto 63. Y no somos inocentes.
Los europeos tampoco. Australia ha estado involucrada en los conflictos de Irán, Irak, Afganistán, Siria, Sri Lanka, Somalia. Esa es la gente que está viniendo, a la que están deteniendo, torturando y enviando a ese infierno. Ese es nuestro secreto.