La negociación entre BComú y ERC entra en punto muerto
El gobierno municipal no consigue apoyos y la aprobación de los presupuestos se aboca a una cuestión de confianza de Colau
BComú y ERC escenificaron ayer su divorcio, constataron las grandes diferencias entre ambas formaciones y dejaron claro, muy probablemente, que los presupuestos del 2017 saldrán adelante luego de que la alcaldesa Ada Colau se someta a una cuestión de confianza. De este modo Barcelona tendrá nuevas cuentas sin ninguna negociación previa, al menos sin ninguna negociación de verdad. Hasta ahora los únicos grupos que parecían tener alguna posibilidad de llegar a un acuerdo eran los del gobierno y ERC. Pero, en estos momentos, las maniobras políticas parecen mucho más encaminadas a dejar en mal lugar a los rivales que a la búsqueda del consenso.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, tendió ayer la mano a todos los grupos, dijo que la propuesta de presupuestos no es más que un punto de partida, que si ERC quiere destinar más dinero a las políticas de vivienda pues que lo digan, que se sumen a las mesas técnicas de trabajo, que hagan propuestas, que trabajen codo a codo... Y si Ciutadans quiere subrayar las políticas de empleo, pues lo mismo. Y si a la CUP le preocupan los manteros... Pero que no tumben este martes en la comisión de Economía la propuesta del gobierno, que si la aprueban inicialmente luego tendrán un mes y medio para elaborar entre todos unas cuentas definitivas. “Lo que no me parece sensato –agregó en referencia a la principal condición de ERC para apoyar los propuesta– es querer convertir el Ayuntamiento de Barcelona en una moneda de cambio. Nunca exigiríamos que se aprobaran los presupuestos de la Generalitat a cambio de los del Ayuntamiento”.
Luego el republicano Alfred Bosch dijo que “quien tiene la responsabilidad de plantear los presupuestos y de reunir el máximo de votos es el gobierno, y la sensación
es que nos quieren traspasar la responsablidad, que la culpa es nuestra”. Según Bosch, el gobierno no quiere dialogar, prefiere abocarse a una cuestión de confianza. Porque el gobierno no considera esta posibilidad como una amenaza. “Barcelona tendrá presupuestos sí o sí”, advirtió Pisarello, consciente de que es tan difícil que el gobierno encuentre apoyos en la oposición como que la oposición sea capaz de articular una alternativa de gobierno. Aun así, las maniobras continúan. Los convergentes Xavier Trias y Joaquim Forn, tras reunirse días atrás con los republicanos, se encontraron ayer con los populares Alberto Fernández y Ángeles Esteller. Se emplazaron, al igual que con ERC, a seguir hablando.