Energías fósiles, farmacéuticas e infraestructuras ganan con Trump
Las renovables y el sector agrario podrían salir perjudicados
La victoria de Donald Trump ha sentado de diferente forma en las sedes empresariales de medio mundo. A priori y atendiendo a lo que el presidente electo de Estados Unidos ha afirmado en campaña, las compañías del sector de las energías fósiles (petróleo, gas y carbón), las de construcción de infraestructuras o las farmacéuticas pueden hoy respirar más tranquilas que las de energías renovables, el sector agrario o el de distribución de productos.
La lista de ganadores y perdedores que se detalla en la información adjunta es sólo una hipótesis basada en el programa y en los mensajes lanzados por Trump pero que deben concretarse. El director de estudios de Funcas, Santiago Carbó, añade que además las medidas deben ser validadas por el Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos.
Las empresas españolas participan y están presentes directa o indirectamente en la economía estadounidense, por lo que en cierta manera también pueden verse beneficiadas o perjudicadas por las decisión de la nueva Administración de Trump.
El caso más claro es quizá el de la energía ya que tiene las dos caras de la moneda. La clara ganadora es la de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón. Trump es escéptico con el cambio climático y por eso quiere priorizar los combustibles fósiles más contaminantes. “Contra más se potencien más se dejarán de lado las renovables si bien buena parte de las competencias de las renovables recaen en cada Estado”, señala el profesor de IEB Javier Santacruz.
El segundo gran sector que se va a ver claramente beneficiado es el de la construcción de infraestructuras. “Trump ha dicho que va a hacer una política fiscal expansiva y que hará carreteras. El mayor gasto público favorece el sector que depende de este ciclo económico: tanto las constructoras como las empresas fabricantes de maquinaria”, según indica Jaume Puig, director general de GVC Gaesco Gestión.
Es en la construcción de infraestructuras donde las grandes empresas españolas del sector tienen oportunidades de cara al futuro. Santacruz cree que aunque aumente el proteccionismo en EE.UU. las empresas extranjeras podrán optar a concursos públicos.
El sector de las farmacéuticas también es una de las áreas que se podrían beneficiar de un cambio de política. Santacruz recuerda que empresas como Pfizer intentaron una fusión en Irlanda con Allergan para escapar de la presión fiscal de la Administración del presidente Barack Obama.
Sobre fusiones la política regulatoria de Trump no queda clara pues durante la campaña se mostró claramente contrario a la unión de AT&T y Time Warner.
Un endurecimiento de la política migratoria puede tener consecuencias en varios sectores como la agricultura o la distribución.
VENCEDORES Las constructoras españolas pueden ser candidatas a las futuras obras de infraestructuras POLÍTICA ECONÓMICA La política regulatoria de Trump en fusiones es incierta tras su rechazo a la fusión de AT&T con Time