La automoción estadounidense teme restricciones comerciales con México
Los aranceles podrían encarecer 4.500 euros el precio de un coche mediano
El magnate ganó las elecciones al sostener, entre otras cosas, que su intención era defender los intereses de la industria norteamericana. Pero esta política comercial de Trump puede paradójicamente acabar perjudicando a aquellas empresas estadounidenses que están implantadas en México.
El presidente electo calificó a lo largo de la campaña electoral la decisión de Ford de trasladar la producción de Ohio al país vecino como “una desgracia”. Entre 1994 y 2013 los empleos en las fabricas estadounidenses han bajado un tercio, mientras que los puestos de trabajo mexicanos se han multiplicado por cinco durante el mismo periodo, gracias también a que los costes salariales son un quinto de los de EE.UU. Trump dijo que subiría los aranceles de hasta un 35% a todos los vehículos producidos en el país latino.
Para Charles Chesbrough, de la Asociación de Proveedores Originales de Recambios de EE.UU., estas tarifas pueden suponer un aumento del precio de los vehículos de 4.500 euros para un coche mediano y de hasta 14.000 euros para uno de gama superior.
Las repercusiones pueden ser complicadas porque el sector de la automoción estadounidense, después de marcar récords, no vive sus mejores momentos: esta semana General Motors anunció un despido de 2.000 trabajadores.
“México, el nuevo El Dorado de la industria del automóvil podría sufrir”, dice a Bloomberg Ferdinand Dudenhoeffer, director del Centro para la Investigación del Automóvil en Duisburg, Alemania. En efecto, desde el 2010, nueve firmas del sector de la automoción, incluidas las estadounidenses GM, Ford y FiatChrysler han anunciado 22.000 millones de euros de inversión en México. El país representa el 20% de toda la producción de vehículos de América del Norte. Gracias a estas inversiones, la producción de vehículos en México en la próxima década puede duplicarse, hasta superar las cinco millones de unidades, según el Center For Automotive Research (CAR) en Michigan (EE.UU.)
“Necesitamos libre comercio. El mercado estadounidense es esencial para nosotros”, dijo el consejero delegado de BMW, Harald Krueger. Wolkswagen (VW), Audi, BMW y Daimler planean ensamblar en el país latino vehículos de lujo, camiones y motores. Las japonesas Toyota, Honda y Nissan tienen capacidad para fabricar 1,36 millones de vehículos al año en México.
Desde el 2010 GM, Ford y FiatChrysler han anunciado 22.000 millones de inversión en el país vecino
Para que Trump haga realidad sus planes debería revocar el Nafta, el acuerdo de libre comercio firmado con México y Canadá. Pero no queda claro si necesitaría la aprobación del Congreso. “No es un dictador. Nadie puede ir por ahí y abrogar tratados. Habrá algunos aspectos que serán renegociados, pero creo que apartará sus locas ideas de la cabeza”, dijo el ex vicepresidente de GM, Bob Lutz. Kristin Dziczek, del CAR es realista. “Puedes desmantelar el Nafta, pero las empresas se buscarán otros países donde producir, no sólo está México”.