Santamaría acepta la invitación para dialogar en Barcelona
La vicepresidenta acepta la propuesta de una reunión para tratar la “agenda catalana”
El Gabinete de Puigdemont evita situar el referéndum como objeto del encuentro Munté reivindica la relación y la negociación bilateral con el Gobierno español
El Govern ha tomado la iniciativa y, recogiendo el mensaje de aproximación a Catalunya lanzado por Soraya Sáenz de Santamaría al reeditar el cargo de vicepresidenta del Gobierno español y asumir las funciones del área de administraciones territoriales, le ha propuesto celebrar una reunión en Barcelona para hablar extensamente de la “agenda catalana”. “Cogemos las palabras literales de Soraya Sáenz de Santamaría cuando habló de acortar distancias, mostrar empatía y tener imaginación y estamos convencidos de que aceptará la invitación que le formulará el vicepresidente del Govern para que venga a Barcelona a debatir sobre la agenda política catalana”, anunció ayer la consellera de Presidència, Neus Munté, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern.
Y la vicepresidenta del Gobierno español efectivamente la aceptó, al declararse, en los pasillos del Congreso, “encantada” de mantener una reunión en Barcelona. La idea, a propuesta del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fue debatida durante la sesión del Consell Executiu, que decidió encargar a Oriol Junqueras el traslado de la invitación a su homóloga del Gobierno español. “Para dialogar con propiedad es importante conocer la realidad catalana y una buena manera de mostrar su predisposición sería aceptar la invitación”, remachó la portavoz del Govern, que centró el contenido del encuentro en los cuarenta y seis puntos que Carles Puigdemont puso sobre la mesa de Mariano Rajoy en abril pasado y que hasta ahora no han tenido respuesta alguna. “La agenda catalana y los cuarenta y seis puntos dan para una reunión con mucho contenido político, porque se trata de cuestiones muy concretas que afectan a todos los departamentos de la Generalitat y que inciden en el día a día de los ciudadanos y las empresas de Catalunya”, justificó Neus Munté. Y el referéndum, ¿será también objeto de la eventual reunión entre los dos vicepresidentes?
Éste es, de hecho, el principal interrogante que la consellera de Presidència evitó en todo momento contestar. Ni en un sentido ni en otro, quizás para no dar pie a un rechazo de la invitación y facilitar, en cambio, la aceptación por parte de Soraya Sáenz de Santamaría. “La reunión se centrará en la agenda política, la agenda económica y los cuarenta y seis puntos”, remarcó la portavoz del Govern, que no aclaró, así, si el referéndum formaría parte o no del orden del día del encuentro, aun recordando que la oferta del presidente de la Generalitat de pactar la consulta con el Gobierno español sigue en pie. A nadie se le escapa, de todos modos, que en el concepto “agenda política catalana” pueden tener cabida muchos ítems, pero, con todo, es significativo que desde el Govern no se quiera hacer bandera del referéndum como posible tema de esta reunión.
Una reunión que será previa a la entrevista que Carles Puigdemont tiene pendiente con Mariano Rajoy y que podrá servirle para calibrar hasta dónde llega realmente la voluntad de diálogo del Gobierno español. El líder del PP y la propia vicepresidenta española están insistiendo en esta posición en los últimos días, en el caso de Soraya Sáenz de Santamaría con una llamada telefónica incluida a Francesc Homs –en su calidad de máximo responsable del PDECat en el Congreso– para “establecer un canal de diálogo” de momento sin ningún propósito concreto y en el caso de Mariano Rajoy con la petición explícita al presidente de la Generalitat de que se lo piense y asista finalmente a la conferencia de presidentes que convocará para tratar la revisión del sistema de financiación autonómica.
Carles Puigdemont, sin embargo, no tiene intención de reconsiderar su decisión, al menos de momento. “Nosotros queremos una negociación bilateral”, especificó Neus Munté, que remarcó que “lo que no haremos es contribuir a una sesión de chapa y pintura de un modelo que está caducado”, en alusión al sistema de financiación autonómica que debía de haberse reformado el 1 de enero del 2014. “Claro que queremos diálogo y que queremos hablar de las cuestiones que nos afectan, pero desde la bilateralidad”, zanjó la consellera de Presidència. Y es precisamente dentro de esta voluntad de mantener una relación bilateral con las instituciones del Estado que siempre se ha defendido desde el Govern de Catalunya en la que se enmarca la propuesta dirigida a la vicepresidenta del Gobierno español para abrir el diálogo con una reunión en Barcelona con su homólogo Oriol Junqueras.