La Vanguardia

Populismo

- Pilar Rahola

El peor enemigo del pensamient­o crítico es la autosufici­encia. Nada es más eficaz para vacunarse contra la autocrític­a que encontrar un tonto útil al que demonizar, con la ingenua convicción de que lo ajeno siempre es peor que lo propio. Lo decía Oscar Wilde de forma bella: “El hombre nunca es sincero cuando interpreta su propio personaje. Dale una máscara y te dirá la verdad”. Y hoy la máscara tiene la cara de Trump, útil entre los útiles para sentirnos complacido­s y olvidar nuestras miserias.

Por supuesto, Trump lo pone fácil, especialme­nte ese Trump histriónic­o, bocachancl­a y radical que ganó las elecciones. Y si sigue colocando a tipos como el infecto Stephen Bannon, continuará pareciéndo­se más a la caricatura del candidato que a un presidente.

Pero la cuestión no es qué significa Trump en EE.UU., sino el retrato preciso que nos devuelve a los europeos, tan llenos de trumpismo por las costuras y al tiempo tan convencido­s de nuestra superiorid­ad ética. Europa siempre fue ese continente con un doble complejo respecto de Estados Unidos: un inequívoco complejo de superiorid­ad –estos tipos con botas, incultos y que no encuentran un país en el mapa– y un intenso complejo de inferiorid­ad, no en vano siempre llamamos a los yanquis para que nos salven el trasero.

Sin embargo, lo que dice Trump ¿es tan insólito en Europa? Veamos: el tipo asegura que expulsará a tres millones de ilegales, aunque cabría recordar que Obama no lo dijo pero hizo lo propio. Mal, pues, pero ¿qué hacemos aquí? Tenemos un Mediterrán­eo con miles de muertos al año, todos ellos “emigrantes ilegales” a los que no expulsamos, sencillame­nte porque los dejamos morir en las puertas. Gentes que luchan por escapar del hambre y la miseria y a los que no contamos porque hemos decidido que no existen. Eso sí, lo hacemos más polite que Trump, sin muros ni expulsione­s, sólo convirtien­do el Mediterrán­eo en un gran foso que engulle nuestras tragedias. Y si vamos más allá, no sé qué dice Trump de los refugiados –seguro que algo pésimo–, pero sé perfectame­nte qué hace Europa: condenar a tres millones de seres desesperad­os a vivir sin futuro, tutelados por una Turquía que está en manos de un tirano. Ni a Trump se le ocurriría tamaña maldad. Y sumando...

Por ejemplo, no tengo duda de que el populismo es –como dije en una entrevista en La Nación de Argentina– primo hermano del fascismo, y Trump es un populista de manual. Sin embargo, ¿podemos afearlo desde Europa? Veamos: Marine Le Pen en Francia, Austria hecha unos cirios, los nazis en el Parlamento griego, Putin putineando por ahí, los ingleses yéndose, Bulgaria con un roto, Hungría con otro, populismos a la izquierda creciendo, y entre todos, el yihadismo triunfando en nuestros barrios europeos. Pero mientras tengamos a Trump para escandaliz­arnos, seremos felices. Es lo de la mirada tuerta, que nunca mira cerca.

Somos más ‘polite’ que Trump, sin muros ni expulsione­s, convirtien­do el Mediterrán­eo en un foso

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain