La creación contemporánea bate récord de programadores en Temporada Alta
La adaptación teatral de ‘Las benévolas’, estrella de la Trobada de Programadors
A los extranjeros les interesa poco el teatro de repertorio, convencional, que se hace en Catalunya, dice Salvador Sunyer, director del festival Temporada Alta. Lógico, razona, porque en sus países tienen muchísimo más dinero y compañías estables para hacer ese tipo de teatro. Y largos años de experiencia en él. En cambio, señala Sunyer, a los programadores internacionales les atrae mucho la creación contemporánea catalana, los espectáculos que investigan nuevos lenguajes y “no se limitan a reproducir lo que se hace siempre”. Por eso, aunque en cada edición de Temporada Alta la creación contemporánea ocupa un mayor porcentaje de la programación –“es como tendría que ser en todos los teatros del país”, puntualiza Sunyer–, para venderla por todo el mundo el festival concentra una buena parte de esos espectáculos en solo tres días. Es la Trobada de Programadors , y este año se va a celebrar desde el viernes al domingo y va a batir récords: hay inscritos más de 100 programadores, un tercio de ellos internacionales. De hecho, el éxito de la apuesta es tal que el festival está teniendo problemas de entradas porque algunos espectáculos tienen aforos reducidos.
Y porque interesan, claro. Para Sunyer, “se dice que la creación contemporánea tiene poco público, pero es mentira, y muchas veces es más divertida e interesante que mucho teatro al uso”. Para demostrar sus palabras, exhibirán en tres días un total de diez propuestas, entre las que la estrella indiscutible es la coproducción internacional Las benévolas, la adaptación de la novela de Jonathan Littell que narra el Holocausto desde el punto de vista de un oficial de las SS. Una obra dirigida por el flamenco Guy Cassiers –uno de los grandes directores europeos y habitual del festival–que se podrá ver en el teatro Municipal de Girona el sábado y el domingo.
Pero estrellas no faltarán. “¿Cómo se hace una semana para los programadores?”, sonríe Sunyer. “Se cogen dos o tres nombres internacionales que hagan de anzuelo, como el montaje de Cassiers o como un espectáculo de flamenco contemporáneo que hace Israel Galván (un Solo que se verá el sábado en el Monestir de Sant Pere de Galligants) y se coge gente de aquí, lo más potente y con más capacidad de salir fuera. ¿Qué se consigue? Un problema grande”, bromea por la falta de entradas debido al aluvión de programadores.
Junto a las propuestas de Cassiers y Galván estará también la de la flamenca Rocío Molina y nombres locales que hace tiempo que han dado el salto a los circuitos internacionales, como la Agrupación Señor Serrano, que presenta un espectáculo de temática muy adecuada para los tiempos que corren: Birdie, sobre las migraciones. También se podrá ver el nuevo trabajo de Àlex Rigola sobre el asesinado cineasta y poeta Pier Paolo Pasolini,
Who is me. Pasolini, del cuál los programadores verán un preestreno este domingo pero al cual el público podrá acceder del 2 al 4 de diciembre en el Municipal de Girona. Los inventores de sonidos Cabosanroque presentan una instalación plástico-sonora a partir de Joan Brossa en la Casa de Cultura de Girona, mientras que Pere Faura prefiere el sonido y la estética de John Travolta en Sweet fever, Bee Gees incluidos. Los Corderos.sc se unen a la banda Za! en Afasians. The last conference, en la que viajan a un mundo paralelo donde no hay yo, sólo nosotros, mientras que una de las compañías de danza locales con mayor proyección internacional en estos momentos, La Veronal, van a establecer un diálogo con la escultura de Richard Serra y la música de Steve Reich en Equal elevations el domingo en el elegante escenario del viejo Casino de Girona.
En el encuentro habrá montajes de Israel Galván, Àlex Rigola, la Agrupación Señor Serrano y La Veronal